Por Eduardo Rivas – Lo dijimos días atrás respecto a los fallos de la Corte Suprema en relación a las candidaturas a gobernador de Juan Manzur en Tucumán y Sergio Uñac en San Juan, ‘el fallo de la Corte pone sobre el tapete una cuestión mucho más profunda que es la perpetuación en el poder de ciertos dirigentes políticos’, y poníamos por ejemplo el caso del Intendente Osvaldo Cáffaro quien en diciembre cumplirá dieciséis años al frente del gobierno local.
El pasado jueves la Corte emitió el fallo sobre la cuestión planteada respecto a la candidatura se Uñac y, entre otras cosas, afirmó, ‘No existe duda de que habilitar que una persona se desempeñe durante dieciséis años ininterrumpidos en los más altos cargos provinciales impone un costo intolerablemente alto a los valores que encarna el sistema republicano’ y eso los zarateños lo sabemos en carne propia, puesto que estamos padeciendo los dieciséis años de gobierno caffarista con un Municipio inseguro, sucio, con calles rotas, prioridades equivocadas y con la posibilidad desperdiciada de haber cambiado la historia.
Hoy Zárate es una historieta, tragicómica, inentendible para quien no conoce sus particularidades e inaceptable para quien las conoce.
Y Zárate es así como consecuencia de las decisiones adoptadas por sus dirigentes, y fundamentalmente por sus ciudadanos, durante las últimas décadas.
Decía Juan Bautista Alberti que la reelección ‘desnaturaliza el gobierno republicano, pues de algún modo introduce tácitamente algo de los gobiernos monárquicos, es decir, de la perpetuidad del poder en manos de un mismo gobernante. Admitir la reelección indefinida, es cambiar la forma de gobierno. Es una revolución sin ruido, hecha por la misma ley fundamental’, y esto queda más que expuesto en el caso de Zárate.
¿Quién puede dudar que el accionar de Osvaldo Cáffaro va en el sentido exactamente opuesto a la virtud republicana?’
Entendíamos que nadie podía dudar al respecto, incluso que nadie podía imaginar siquiera que era una competencia en igualdad de condiciones puesto que es una ilusión creer que existe tal posibilidad cuando se compite con alguien que ocupó el poder del Estado por los últimos 15 años y medio.
Sin embargo hay quienes fomentan una nueva candidatura para un nuevo período de gobierno de Osvaldo Cáffaro. ¿Será para contar con respaldo financiero para que Defensores Unidos juegue en Primer División o para que Zárate Basket pueda jugar en la Liga Nacional de Básquet?
La ambición de poder, negocios y negociados del Intendente Municipal es tal que hizo, por ejemplo, que le mintiera a los vecinos con un falso nombramiento en el Ejecutivo Nacional cuando en realidad lo que se hacía era un atajo para intentar burlar la legislación vigente. Ambición que, por ejemplo, impidió que surjan nuevos liderazgos que busquen interpelar a la sociedad y ser su representación gubernamental.
Todo para poder volver a ser candidato, no en beneficio del Distrito, no en beneficio de los vecinos, todo en beneficio propio y de sus secuaces.
Hay un dicho popular entre la dirigencia política de la Provincia de Buenos Aires que dice:
El primer mandato se gobierna con los mejores.
El segundo, con los amigos.
El tercero, con los cómplices.
Podríamos agregar: el cuarto ni se gobierna… ¿Vamos a esperar un quinto?
Está pendiente de resolución el caso planteado por el titular del partido PAIS de la provincia de Buenos Aires Oscar Alva.
Está pendiente de resolución la posición que tomen los vecinos de Zárate en las elecciones generales.
‘Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror.’
RODOLFO WALSH – AGENCIA CLANDESTINA DE NOTICIAS
