La estación de las flores y el amor es sinónimo de estallido de la naturaleza, que en muchas personas se traduce en congestión nasal, rinitis, estornudos y picazón en los ojos, entre otros síntomas.
La llegada de la primavera es uno de los momentos más esperados del año para mucha gente, pero para los alérgicos suele constituir un período complicado, ya que se trata de la estación más problemática porque aumenta la concentración de alérgenos como ácaros, polvo, moho, polen u otros.
Alergia, en sí, puede definirse como una reacción exacerbada del sistema inmunitario a una sustancia que su cuerpo identifica como invasor, al cual llamamos alérgeno. Ante esta presencia, el organismo genera anticuerpos que producen histamina, agente responsable de los síntomas que ocasionan el malestar.
Algunas de las manifestaciones más habituales son congestión y secreción nasal, estornudos, picazón de ojos, dolor de garganta u oídos y cansancio general. Ante estos signos, se debe acudir al médico para que ordene los exámenes necesarios y determine el alérgeno al cual reacciona cada cuerpo.
La médica oftalmóloga Carolina Colutta explicó que “cuando los ojos están expuestos a un alérgeno, el sistema inmune lo detecta y se desencadena una respuesta inflamatoria que activa ciertas células que liberan sustancias como IgE e histamina, que son las responsables de la aparición de los signos típicos de la conjuntivitis alérgica”.
Existen diversas líneas de tratamiento médico para ayudar a sobrellevar estos cuadros; la consulta al especialista determinará qué tratamientos son los mejores para cada caso.
Fuente: Infobae