Por Eduardo Rivas – Decía Mark Twain que ‘Todas las generalizaciones son falsas, incluida esta’, pero hay momentos en los que cuesta encontrar ejemplos que rompan con la monotonía de la generalidad, porque como decía Enrique Santos Discépolo, ‘Vivimos revolcados en un merengue y en un mismo lodo todos manoseados‘. Pero no podemos resignarnos a la mediocridad, en el mejor de los casos, y la limitación mental, en la mayoría de ellos, con que proceden nuestros representantes, es necesario dar un salto de calidad que nos ubique realmente en la construcción de una sociedad mejor.
Ayer hubo dos sesiones extraordinarias en el Concejo, y la sola observación de lo que ocurrió expone lo mal que estamos con los representantes que tenemos. Argumentos carentes de solidez, incoherencias permanentes, improvisación, puestas en escenas que no modifican nada. Parafraseando a Carlos Menem, presidente que muchos votaron y del que hoy abjuran, estamos mal y vamos peor.
En la primera sesión el Frente de Todos los Algunos aunó criterios para cuidar al Intendente Osvaldo Cáffaro y para evitar votar en contra de la interpelación, propusieron un nuevo proyecto. Un pedido de informes que dijeron que no era un pedido de informes… pero que un rato después en la segunda sesión Mónica Cabeza reconoció que era un pedido de informes. Y el pedido de informes lo pide el bloque que hasta antes de la sesión decía que no había que interpelar al Intendente porque la información ya la había brindado el Departamento Ejecutivo a través de su Secretario de Seguridad Juan Manuel Arroquigaray.
O sea, estoy en contra pero voto a favor. Marxismo puro, estos son mis principios y si no le gustan, tengo otros. Lo curioso es que de la sesión participaron los concejales del interbloque de Juntos, quienes argumentaron que la sesión válida fue la del lunes, lo cual torna en ilegal la de ayer… pero ellos sentaditos dan validez cómplice a dicha ilegalidad. Son cómplices del caffarismo. Validan la trampa, y no basta con votar en contra como lo hicieron, no deberían haber votado.
Debemos volver una vez más a las palabras de Leandro Alem, que desconoce hasta el propio afiliado radical que funge de concejal. Decía Leandro Alem ‘Nunca he practicado la idea de que en política se hace lo que se puede y no lo que se quiere. Para mí, hay una tercera fórmula que es la verdadera: en política, como en todo, se hace lo que se debe, y cuando lo que se puede hacer es malo, no se hace nada’, nosotros también pensamos que se hace lo que se debe, sin embargo y lamentablemente muchos no piensan igual.
Tal y como era de esperar, al fin de cuentas ya lo dijo el filósofo alfonsinista chileno y contemporáneo, billetera mata galán, la mayoría impuso su número, y se aprobó un inocuo proyecto que no modifica en nada la realidad cotidiana y que lo único que buscó es poner dique a la propuesta de Juntos.
Lo llamativo es que en la misma sesión, y sin la convocatoria del Presidente del Cuerpo, el Concejo se autoconvocó para el próximo 16 de febrero (no olvidar que el pleno del Concejo solo se reúne los jueves) en la mañana… y lo aprobó Matilla, que en la propia sesión afirmó que el Concejo no pone fecha y hora de la sesión sino que eso es potestad del Presidente del Cuerpo. Realidad similar se vivió respecto a la fecha de la segunda sesión extraordinaria, la que el miércoles habían solicitado varios concejales de los bloques del Frente de Algunos, puesto que fue el Concejo quien decidió que sesionaría veinte minutos después de finalizada la primera sesión.
En la mañana hubo mucha (tomando como referencia la asistencia promedio del resto de las sesiones) presencia de vecinos que se fue deshilachando a lo largo de un debate estéril en el que cada uno procuraba dar su opinión sin escuchar al otro.
Y la segunda sesión terminó comenzando más de una hora después de finalizada la primera, se ve que a los conejales les interesó almorzar tranquilos más que la presencia de los vecinos y a la vuelta a la sesión ya se volvió a la normalidad de la nula presencia de vecinos.
Lo que pareciera un ‘daño colateral’ más bien parece ser que el objetivo de los concejales es sesionar sin público, a escondidas, si no es inconcebible que no puedan cumplir un horario. Creen que todos disponen de tiempo de sobra como ellos para participar de su pantomima, la sutil diferencia es que los concejales participan a cambio de un sueldo.
Una vez vueltos a sesionar se invirtieron los roles, ahora le tocó a Juntos oponerse a la propuesta sometida a debate. ¿Y qué hizo el oficialismo? Se adecuó al proyecto presentado por el Partido Justicialista, por cierto el menos malo, pero al que quitaron partes fundamentales de su articulado para alcanzar una negociación win-win. El peronismo podría decir que ellos impulsaron la emergencia en seguridad y el caffarismo se garantizó que dicha emergencia tenga efectos nulos en la sociedad, con una curiosidad adicional que marcó Marcelo Matzkin, votan una emergencia en seguridad sin contar con información que justifique el dictado de la emergencia en seguridad. Compartimos el argumento de Matzkin, quien no lo comparte es el propio Matzkin quien en favor de la emergencia decía que no se podía aprobar por no contar con información previa… y la aprobó. Parece joda.
Aprobaron un proyecto que no aporta nada a la solución del flagelo de la inseguridad. El núcleo del proyecto de ordenanza es pedirle al Intendente que cumpla con ordenanzas anteriores que incumple. Si no cumple las anteriores, ¿Por qué habría de cumplir una ordenanza que pide que las cumpla? Es incongruente. Eso se obtiene yendo a la justicia, pero hasta el momento fueron pocos los que se animaron a hacerlo, Marcelo Matzkin y Aldo Morino, y solo a partir de cuestiones personales, nunca en beneficio de la ciudadanía.
En consecuencia lo votado no sirve para nada, puesto que hasta quitaron la posibilidad de la compra directa a partir de una postura esgrimida por Marcelo Matzkin que exigía la mayoría del Cuerpo para que se aprobara… y la ausencia de Ariel Ríos hacía perder la mayoría oficialista, quien se ausentó de la sesión porque se iba de paseo.
Todo ‘matizado’ con innumerables cuartos intermedios en los que negocian todo y todos a escondidas de los vecinos. Porque los argumentos que Natalia Blanco exponía en la primera sesión para oponerse a los cuartos intermedios perdieron valor para la segunda, donde ellos mismos votaban para negociar a escondidas.
Mientras tanto la inseguridad sigue a sus anchas en Zárate y el Gobierno local está más ocupado y preocupado por la Cumbre de Cumbres que comienza hoy que en modificar la vida de los vecinos.
Lo que sí quedó en claro una vez más es el proceder de los ediles, algunos haciendo política con la inseguridad como eje, por ejemplo Marcelo Matzkin proponiendo la interpelación del Intendente, otros con el hambre como eje, por ejemplo Leandro Matilla regalando comida, otros con su ombligo como eje, por ejemplo Tania Caputo ocupada tan solo en su propio interés.
Dale nomás, dale que va…
Mark Twain tiene razón, qué duda cabe, pero a veces cuesta tanto conseguir ejemplos para dársela…
‘Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información’.
RODOLFO WALSH – AGENCIA CLANDESTINA DE NOTICIAS
