Los dirigidos por Lionel Scaloni se enfrentan desde las 21 al seleccionado local, en la definición de la edición 47 del torneo continental.
El seleccionado argentino, dirigido por Lionel Scaloni y con Lionel Messi en un nivel superlativo, intentará ponerle fin a una serie de 28 años sin títulos en la final de la Copa América que animará este sábado con Brasil en Río de Janeiro, en uno de los clásicos más emblemáticos del fútbol mundial.
La gran final tendrá como escenario al estadio Maracaná, donde Argentina perdió la final de la Copa del Mundo de 2014 ante Alemania, con el arbitraje del uruguayo Esteban Ostojich y televisado por la TV Pública, TyC Sports, DirecTV Sports y la plataforma DiectTV GO.
Una de las novedades que habrá en el mítico estadio será la presencia de hasta 7.200 hinchas, se estima que unos 2.000 de ellos argentinos, quienes deberán probar que son residentes en el país y con un PCR negativo de coronavirus para recibir las entradas gratuitas.
En caso de haber igualdad al término de los 90 minutos, se recurrirá a un tiempo suplementario de 30 minutos, situación que no se contempló en los cuartos de final y semifinales, y de persistir la igualdad la Copa América encontrará un ganador con remates desde el punto penal.
Esta será la tercera final entre argentinos y brasileño en Copa América. En 1937 Argentina ganó de local, en 2004 en Perú y 2007 en Venezuela fueron victorias de los de verde y amarillo.
Esta vez la final de la Copa América la toma a Argentina con un período de 28 años sin un título, una racha adversa que incluye seis finales perdidas: los mundiales de 1990 y 2014 y los Copas América de 2004, 2007, 2015 y 2016.
Esos torneos incluyen el último tramo de Diego Maradona con la “albiceleste” y toda la campaña de Messi, el actual capitán argentino que le anotó en su carrera cinco goles ante Brasil.
Con la pesada carga de un largo tiempo sin festejos, Argentina encaró el torneo y Messi sorprendió partido tras partido por el nivel de juego alcanzado, lejos de sus corridas apilando contrarios de hace algunos años pero creando, abasteciendo y habilitando a sus compañeros, un jugador iluminado que ofrece señales de estar feliz en este equipo.
Argentina dejó atrás a una generación que acarició grandes conquistas pero padeció el dolor de quedarse con las manos vacías. Ya no cuenta con Sergio Romero, Gonzalo Higuain, Javier Mascherano, Gabriel Mercado Pablo Zabaleta, Lucas Biglia, quedando Angel Di María, Nicolás Otamendi y Sergio Agüero de aquella camada.
Argentina se renovó con Scaloni como DT y son usuales nombres que eran desconocidos por gran parte de los hinchas argentinos como el arquero Emiliano Martínez, una de las figuras del equipo, Cristian Romero, Giovani Lo Celso, Nahuel Molina, Guido Rodríguez, Nicolás González, Lautaro Martínez, Rodrigo De Paul y Angel Correa.
Argentina ofrece opciones ofensivas, una fuerte presión sobre el rival en especial en el inicio del partido, pero con el correr de los minutos cede protagonismo, se retrasa y sufre con una defensa que en líneas generales no es sólida, en especial sin Romero y con un sector derecho que se presta para que el ataque rival lastime.
Argentina va por el título ante el poderoso Brasil, tras vencer en fase de grupos a Uruguay (1-0), Paraguay (1-0) y Bolivia (4-1) e igualar ante Chile (1-1), superando en cuartos de final a Ecuador (3-0) y a Colombia en semifinales, luego de un 1-1 y ganar la definición con tiros desde el punto penal con un brillante “Dibu” Martínez.
Brasil es un equipo de estrellas liderado por Tité como entrenador y Neymar en la cancha, que se preparó con el único objetivo de ganar el certamen. En la fase de grupos el entrenador del pentacampeón mundial hizo rotación para dosificar el esfuerzo del plantel y tomó esa fase para consolidar un equipo, venciendo a Venezuela (3-0), Perú (4-0) y Colombia (2-1) y empató ante Ecuador, con mucho suplentes (1-1), superando luego a Chile (1-0) y Perú (1-0) en la fase final.
Todos los jugadores del equipo brasileño son figuras en equipos europeos y someten al adversario de mitad de cancha hacia el arco rival con Neymar como emblema y asistido por Gabriel Jesús (no jugará la final por suspensión) , Roberto Firmino, Richarlyson y Lucas Paqueta, sin olvidar a un gran mediocampista como Casermiro (jugador clave en el equipo) y una notable zaga integrada por Marquinhos y Thiago Silva.
Es un clásico. Ambos se respetan y son conocedores de que ante el tradicional rival un error es casi gol. Las individualidades marcarán el camino y también el temple estará como condimento de esta final, en la cual Argentina jugará con varios elementos con escaso rodaje internacional y que están lejos de ser expertos en estas lides.
En Copa América los dos colosos jugaron 33 veces con ventaja Argentina de 15 triunfos a 10 y ocho empates, mientras que en el historial general hubo 107 clásicos con superioridad brasileña de 42-40 y 25 empates.
En tanto, Scaloni se convirtió en el segundo entrenador del seleccionado argentino con mejor ciclo invicto al alcanzar 19 cotejos seguidos sin derrotas, detrás de Alfio Basile que sumó 31 entre 1991-1993, mientras que Tite como DT de Brasil suma 60 partidos, con 46 triunfos, 10 empate y 4 derrotas, dos de ellas ante Argentina en amistosos jugados en Australia y Arabia Saudita.