La fecha fue instaurada por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el objetivo de tomar conciencia sobre la importancia del saneamiento como una de las prioridades más significativas para el desarrollo mundial.
El primer inodoro con agua corriente se inventó en Inglaterra en 1596 por Sir John Harrington. Sin embargo, pasaron más 200 años antes de que el artefacto se comenzara a utilizar como elemento fundamental e indispensable para el saneamiento básico, siendo la ciudad de Buenos Aires una de las pioneras a nivel mundial en adoptarlo, y también en construir una red cloacal, inclusive antes que ciudades como Nueva York o Chicago.
En el año 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó al día 19 de noviembre (este viernes) como el “Día Internacional del Inodoro” con la intención de acabar con los tabúes acerca de los retretes, convertir al saneamiento en una prioridad de desarrollo mundial y también para generar conciencia sobre la importancia del acceso al agua potable.
En Argentina, actualmente el sector de agua y saneamiento presenta brechas significativas en materia de cobertura, calidad y eficiencia de los servicios. En base a estimaciones del Ministerio de Obras Públicas, en el año 2019, el 88% de la población contaba con acceso a agua por red y el 63% a cloacas. Sin embargo, en el caso particular de los barrios populares, el acceso formal a servicios de agua y cloacas alcanza sólo al 11,6% y 2,5%, respectivamente.*
Por otra parte, cerca de 2.6 millones de personas habitan en zonas rurales dispersas, con un alto déficit en el acceso a servicios básicos, donde un 11% recolecta agua superficial y un 18% utiliza hoyos o excavaciones en la tierra.
En relación con el tratamiento de las aguas residuales, el relevamiento nacional de plantas depuradoras realizado en la Dirección Nacional de Agua Potable y Saneamiento (DNAPyS) durante el año 2019 indicó un nivel de tratamiento, sobre el total de aguas residuales recolectadas, es de 27,6%.
“Las personas que habitan hogares que carecen de una red de saneamiento adecuada son propensas a contraer enfermedades transmitidas por el agua. Esta problemática se acrecienta entre aquellas personas que se encuentran bajo la línea de la pobreza”, explicó Sandra Pérez, Gerente de Producto Latam de Amanco Wavin.
Es importante mencionar que “el 80% de todas las aguas residuales se liberan al medio ambiente sin tratamiento y que el 40% de la población – 2.600 millones de personas – carecen de saneamiento adecuado. Construir entornos saludables y sostenibles es nuestro objetivo, nuestro propósito y nuestra promesa como compañía”, finalizó Pérez.