Un grupo de investigadores especializados en neurociencias del lenguaje analizó el impacto de la edad de apropiación de un segundo idioma en la comprensión de textos cotidianos. El estudio, de carácter internacional, aporta un marco empírico sobre la relevancia de las diferencias etarias asociadas al bilingüismo.
El 23 de abril es un día en que se conmemora, en varias partes del mundo, un puente cultural que une lugares y personas: el idioma. Si bien en Argentina se celebra el español, la misma fecha fue designada por la ONU para hacer lo propio con el inglés. Y es en el devenir del proceso de escolarización local que ambas lenguas suelen cruzarse. Según la Ley de Educación Nacional (N° 26.206) la enseñanza de al menos un idioma extranjero es obligatoria en el nivel primario y secundario. Sin embargo, ¿qué pasaría si ese aprendizaje comenzara antes?
En un reciente estudio, un grupo de investigación internacional evaluó cuánto impacta la edad de apropiación de una segunda lengua en la capacidad de una persona bilingüe para comprender textos de la vida cotidiana. Se trata de un trabajo de colaboración entre el Centro de Neurociencias Cognitivas (CNC) de la Universidad de San Andrés, la Universidad de Santiago de Chile y la Universidad de Ciencia Electrónica y Tecnología de China.
La investigación fue liderada por el doctor Adolfo García, investigador del CONICET, director del CNC e investigador asociado de la Universidad de Santiago de Chile. “Trabajamos desde hace tiempo con la Universidad de Chengdú, en China, en un estudio donde participaron 49 estudiantes de segundo año de una carrera de traducción e interpretación, que tenían como lengua nativa el chino mandarín y como segunda el inglés, en un nivel muy alto, pero con variaciones de cuándo comenzaron a acercarse a esa lengua”, detalló García en diálogo con Agencia CTyS-UNLaM.
Los investigadores llevaron a cabo dos experimentos para estimar la capacidad de captar detalles específicos en textos reales. En ambos compararon dicha capacidad entre “bilingües tempranos” y “bilingües tardíos”. Los integrantes del primer grupo habían adquirido el inglés antes de los 7 años, mientras que los del segundo lo habían hecho de los 8 en adelante.
“Lo que evaluamos aquí fue cuánto impacta la edad de apropiación en su capacidad para aprehender información detallada en podcasts reales. Les pedimos a los participantes que escucharan informes radiales enunciados en inglés y que luego nos contaran la noticia con todos los detalles que pudieran”, relató. En el primer estudio, se les solicitó que la reprodujeran en inglés y en el segundo, en su lengua nativa.
Según precisó el investigador del CONICET, para evaluar dichas respuestas utilizaron una grilla con la noticia analizada y estandarizada para detectar en qué medida lo que expresó cada participante coincidía con esas unidades de información central predefinida.
“Así, se establece si están muy cerca o muy lejos de ese total ideal y, después, se compara entre los grupos seleccionados. Ahí encontramos una diferencia fuerte a favor de los bilingües de baja edad de apropiación”, resaltó García quien, además, es Senior Atlantic Fellow del Global Brain Health Institute de la Universidad de California, San Francisco.
No tan distintos
Los especialistas llevaron adelante, previamente, un control preciso de diferentes tipos de variables indispensables para el estudio. En primera instancia, se tuvo en cuenta los factores demográficos. “La proporción de hombres y mujeres y la edad y los años de educación son estadísticamente similares en los dos grupos. Esto es importante porque cada uno de estos factores podría impactar en cómo uno comprende un texto”, explicó el investigador del CONICET.
El perfil lingüístico fue la segunda variable evaluada, ya que era necesario que haya una diferencia muy pronunciada en la edad de apropiación de la segunda lengua, pero no así en sus competencias, es decir, en la capacidad de traducción y la dedicación semanal que le dedicaban a ese trabajo y el tiempo que destinaban a procesar la segunda lengua en su vida cotidiana, entre otros.
La tercera fue el perfil cognitivo. “Se sabe que la edad de apropiación no solamente impacta en cómo se procesa el lenguaje, sino, también, en las funciones cognitivas. Por ejemplo, hay algunos estudios que sugieren que los bilingües de baja edad de apropiación suelen tener mejor habilidad atencional”, puntualizó García.
Si bien ambos grupos estaban cuidadosamente emparejados en estas variables, hubo un resultado que llamó la atención de los investigadores: se observó una mayor habilidad atencional en el grupo de baja edad de apropiación. Sin embargo, mediante procedimientos estadísticos se demostró que la mayor capacidad de comprensión de dicho grupo era independiente de las de atención.
“Ello sugiere que la incorporación temprana de un segundo idioma impacta directamente sobre la comprensión de textos cotidianos y que el resultado obtenido no es una consecuencia secundaria de las ventajas atencionales. Esto, sumado al hecho de que las ventajas de comprensión se captaron tanto cuando los textos debían reproducirse en mandarían como en inglés, refuerza la solidez de los hallazgos”, explicó.
Tender puentes: de la ciencia a la política
Teniendo en cuenta la normativa escolar vigente en el país, el resultado de este estudio es relevante para analizar y proyectar políticas educativas que tengan su correlato en la investigación empírica. “El bilingüismo es una cuestión de política pública. Los diseños curriculares de la educación básica en nuestro país abogan por él”, sentenció.
En ese sentido, apuntó a la necesidad de afianzar “el diálogo entre quienes investigan experimentalmente este fenómeno, quienes lo promueven y practican en las aulas y quienes median, o deberían mediar, esos dos mundos, que son los hacedores de políticas públicas”.
“Creo que este trabajo abona un cuerpo de estudios que es amplio y excede a estos resultados en particular. Así como la ciencia contribuye a debatir el inicio del horario escolar, la secuenciación de las asignaturas durante la cursada y las estrategias didácticas y pedagógicas que emplean los y las docentes, vale la pena considerar los aportes de la ciencia cognitiva para repensar cómo se abordan las lenguas extranjeras en el aula”, consideró García.
En ese sentido, remarcó que el estudio “ilustra las ventajas asociadas con la exposición temprana y constante a la segunda lengua” y planteó una serie de interrogantes para reflexionar. “¿Estamos iniciando el contacto con dicha lengua a tiempo en nuestro sistema educativo? ¿Le estamos dedicando el tiempo necesario para alcanzar suficiente exposición en edades tempranas? ¿Qué oportunidades estamos brindando o socavando para el alumnado? Podemos ignorar estas preguntas, enfrentarlas desde la intuición o abordarlas en diálogo con la ciencia. Tenemos mucho para ganar si abogamos por esta tercera opción”, enfatizó.
Por último, destacó la importancia de investigar tendiendo lazos con organismos e instituciones de todo el mundo, poniendo en valor “el concepto de ciencia multicéntrica”. “En Argentina y en la región hay un montón de laboratorios que están activamente prendidos a esta filosofía. La ciencia ya no está concentrada endogámicamente en lo que pasa en un solo lugar, los límites disciplinarios, culturales, lingüísticos, geográficos se desdibujan y este trabajo es una clara evidencia de las contribuciones que se pueden alcanzar bajo esta filosofía”, concluyó.
Marianela Ríos (Agencia CTyS-UNLaM)
Referencia:
Chou, Isasbelle, Yu, Jiehui, Muñoz, Edinson & García, Adolfo M. (2021). Discourse-level information recall in early and late bilinguals: Evidence from single-language and cross-linguistic tasks. Frontiers in Psychology 12, 757351. doi: https://doi.org/10.3389/fpsyg.2021.757351.