El paso de las fuentes tradicionales de energía hacia nuevas formas se ha convertido en una empresa urgente en las últimas décadas, y particularmente en los últimos años. Las numerosas catástrofes naturales vinculadas a la aceleración del calentamiento global pusieron sobre la mesa la necesidad de buscar modos de vivir y producir más saludables con el medio ambiente. Mientras algunas jurisdicciones avanzan en el desarrollo de formas alternativas de obtener energía, otras van construyendo un marco legal y normativo que favorezca la transición.
En este contexto, Argentina viene avanzando a paso firme en la transición energética, apuntando a diversos modos de ir reemplazando cada vez más el uso de recursos naturales no renovables y de efecto nocivo sobre el planeta.
Mientras en la Patagonia se apuesta desde hace ya varios años a la energía eólica, provincias del norte del país como Jujuy capitalizan la intensa radiación solar de la región con imponentes parques de producción energética, entre los cuales se destaca el más grande de latinoamérica: Parque Solar Cauchari.
A fines del año pasado, en el marco de la cumbre global contra el cambio climático COP26 desde Glasgow, Escocia, la firma australiana Fortescue Industries anunció una inversión de 8.400 millones de dólares para desarrollar plantas de hidrógeno verde en Río Negro, en lo que podría ser el puntapié inicial de otro gran complejo productivo energético para nuestro país.
Mientras diversas regiones del país avanzan a paso firme en la implementación de parques productivos sustentables, otras provincias no se quedan de brazos cruzados y también buscan promover desde sus marcos legales la transición energética.
Este es el caso de la provincia de Misiones, que en julio de 2021 sancionó una Ley para “fomentar la transición progresiva hacia la energía renovable como fuente de la matriz energética de la Provincia”, según consta en el proyecto.
A partir del proyecto impulsado por el titular de la Cámara de Diputados, se procuró “la generación de un marco regulatorio que tenga por objeto el desarrollo sostenible y la mitigación climática” a través de “la integración y complementación energética regional de fuentes de energías renovables”.
Si bien se procurará asegurar la provisión energética de la provincia y no afectar negativamente los puestos de trabajo, la producción de energía a través de paneles solares fotovoltaicos permitirá diversificar las fuentes de energía, apuntando a reemplazar gradualmente aquellas más dañinas con el ambiente.
Ya en este año, la Secretaría de Estado de Energía y la Empresa Energía de Misiones organizaron el pasado 28 de abril la “Conferencia Magistral sobre Eficiencia Energética para Municipios y Edificios Públicos”, que recibió el beneplácito de la Cámara de Diputados.
“La eficiencia energética, no tiene nada que ver con lo que mucha gente se imagina, es decir, dejar de seguir viviendo una vida llena de confort. Todo lo contrario, lo que se busca es mejorar la calidad de vida, pero sin perjudicar los recursos y la energía que es tan necesaria para el diario vivir”, expresó la institución legislativa en un Proyecto de Declaración aprobado en el recinto.
Al respecto, añadieron que “lo importante es optimizar en la medida de lo posible la energía a través de otras fuentes mucho más sostenibles, como, por ejemplo, las energías renovables”.
Entre otras prácticas saludables, incluyeron también la necesidad de “introducir la práctica del reciclaje, usar fuentes de energía limpia, utilizar la energía solar y eólica, para coadyuvar a potenciar la eficiencia energética a nivel planetario”.
Por último, concluyeron destacando que “aplicar medidas de Eficiencia Energética genera importantes beneficios”, entre los cuales detallaron: “Mayor producción con iguales costos energéticos, ahorro económico, reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, desarrollo de empleos nuevos asociados a la aplicación de herramientas para la Eficiencia Energética y menor impacto ambiental”.