Hace unas semanas atrás, se realizó en París un encuentro interesante que anticipa lo que sucederá en la Asamblea de la ONU programada para septiembre en New York, la precumbre sobre la Transformación de la Educación, donde según el organismo mundial “el rol de los jóvenes en las transformaciones educativas” es vital para producirlas dice en un comunicado que analiza y anticipa el protagonismo en el evento con la firma de Mercedes Ottaviano, la Directora Ejecutiva de Leading Education

El evento, que reunió a más de 140 ministros de todo el mundo, tuvo como temáticas centrales a las escuelas, el aprendizaje de calidad a lo largo de la vida, los docentes, la conectividad y la financiación de la educación. 

Uno de los aspectos más importantes a destacar en esta precumbre, además de celebrar su realización y la tan necesaria puesta en agenda de la crisis educativa, es el rol que se les otorgó a los jóvenes. Previo a la reunión, se llevó a cabo una jornada de participación mundial destinada a incorporar voces juveniles en el debate y buscar, de esta manera, que se escuchen sus puntos de vista sobre la transformación de la educación y se actúe en consecuencia. 

Que se involucre a los jóvenes en las discusiones, intercambios y posibles soluciones en un encuentro donde estuvieron presentes diversos organismos internacionales, junto a las máximas autoridades educativas gubernamentales a nivel mundial, es un logro muy importante para aquellos que creemos que en la transformación, principalmente la de los sistemas educativos, debemos abrirle las puertas a todos los actores posibles, en especial a quienes serán los líderes de mañana. 

Sin lugar a dudas, para modificar la educación se necesitan ideas innovadoras e interesantes; pensar en cambiar la realidad existente requiere de nuevas competencias que con astucia, compromiso, dedicación y mucho empoderamiento puedan construir una nueva realidad para que millones de niños, niñas y adolescentes puedan ejercer plenamente uno de los derechos humanos básicos como es educarse. 

La necesidad de un aprendizaje de calidad, la incorporación de habilidades para la vida, el trabajo y el desarrollo sostenible, más la transformación de las escuelas para que sean inclusivas, equitativas y seguras, el acceso al aprendizaje digital y la inversión, son cuestiones a las que los jóvenes no deben estar ajenos. Por el contrario, son quienes pueden dar testimonio de cómo estas disrupciones se pueden dar para que aquellas acciones que se tomen redunden en calidad y no sólo en cantidad de inversiones.  

Debemos acompañar, formar y dar espacio a aquellos que tienen el deseo de modificar la situación actual y vincularse en pos de mejoras en los sistemas educativos; y colaborar en que existan más encuentros de este tipo que les permitan alzar la voz  y unir esfuerzos para que, entre todos, logremos una educación acorde a los nuevos desafíos. 

Haciendo eco de palabras que transmitió Amina Mohammed, Vicesecretaria General de las Naciones Unidas durante la precumbre: “Los jóvenes determinarán si la transformación de la educación se lleva a cabo o no… porque tienen el poder político para hacer que el cambio suceda”.