Cada 21 de julio, se celebra la jornada a nivel internacional con el objetivo de crear conciencia sobre la salud, el abandono y la tenencia responsable. La vacunación como eje central del bienestar de los perros. Hoy nos anticipamos al Día Mundial del Perro donde te daremos en EL DEBATE consejos que nos llegan desde el MSD Salud Animal, en la nota te comentamos los cuidados necesarios que hay que tener con nuestras mascotas.
En la actualidad, existen más de 300 millones de perros en el mundo, de los cuales, el 70% no tienen un hogar, según la Organización Mundial de la Salud. Por eso, con el objetivo de generar conciencia sobre la gran cantidad de estos animales abandonados o a la espera de que alguna familia los quiera tener, todos los 21 de julio se conmemora su día.
Por suerte, la tendencia demuestra que cada vez hay más personas con ganas de sumar una mascota a su hogar. De acuerdo a distintas ONGs, durante la cuarentena por la pandemia de coronavirus, las tenencias de perros aumentaron 200%.
Por eso, a la hora de integrar una mascota a la casa hay que conocer toda la información para poder cuidar su salud y aportar a una tenencia responsable. En este camino, Walter Comas, Director de la Unidad de Negocios de Animales de Compañía de MSD Salud Animal en Región Sur, brinda recomendaciones básicas que se deben tener presente de forma habitual: como por ejemplo “Desparasitar a las mascotas ante pulgas y garrapatas todos los meses (hay soluciones con duración de hasta tres meses); desparasitar a las mascotas internamente; no automedicar a las mascotas. Ante cualquier problema, duda o consulta, acudir al veterinario de confianza y, mantener el esquema de vacunación al día.
¿Por qué la vacunación es esencial para su salud?
Vacunar a los perros es fundamental para prevenir enfermedades comunes que, de no ser atendidas, pueden afectar seriamente su bienestar.
Los calendarios de vacunación se suelen iniciar entre las 6 y 8 semanas de vida, por eso, lo primero que recomiendan los profesionales de la salud animal es mantener el esquema al día. Por ejemplo, dentro de los 3 a 6 meses de edad están expuestos a enfermedades como el moquillo canino (o Distemper) que es altamente contagiosa porque se disemina a través de las secreciones de los ojos y nariz de perros infectados. Este virus ataca a muchos órganos, incluyendo el sistema nervioso, que puede quedar lesionado permanentemente aun cuando el perro se recupere. La principal fuente de infección es el contacto directo con otros animales infectados.
Otra enfermedad a la que hay que prestar atención es a la parvovirosis (comúnmente llamada “parvo”) que suele ser particularmente grave en cachorros entre 6 y 8 semanas de edad, con una mayor tasa de mortalidad. Esta es una de las enfermedades infecciosas más letales del perro y que afecta el intestino provocando vómitos, diarrea con sangre, fiebre y disminución de la capacidad para combatir infecciones. Este virus se elimina con la materia fecal del animal enfermo y suele ser muy resistente a los desinfectantes e inclusive sobrevivir en el medio ambiente por más de 6 meses.
En cuanto a estas dos enfermedades, Walter Comas, comenta que “Si bien los cachorros nacidos de madres vacunadas suelen tener anticuerpos que obtienen a partir de la leche materna en los primeros días de vida y, dependiendo el nivel que tengan, pueden estar protegidos durante unas pocas semanas o inclusive hasta 3 meses. Los anticuerpos en los cachorros van desapareciendo gradualmente hasta dejarlos desprotegidos, por lo cual ellos mismos deben producir su propia inmunidad para estar protegidos. Para ello, la vacunación es un aliado importante”.
Una de las más conocidas es la rabia, el virus presente en el animal infectado se puede transmitir a través de la herida causada por una mordedura o bien cuando el animal lame una parte del cuerpo de la persona lastimada recientemente. Esta se puede prevenir principalmente mediante la vacunación y evitando las mordeduras. Aun así, el perro es la principal fuente de muertes humanas por esta causa, alrededor de 59.000 al año, contribuyendo hasta el 99% de todas las transmisiones de la rabia a los humanos.
Por otro lado, la tos de las perreras es una enfermedad altamente contagiosa del tracto respiratorio y es de las más frecuentes que puede afectar a los perros. El principal agente que comúnmente afecta a los perros es una bacteria llamada Bordetella bronchiseptica y se transmite en contacto directo entre los hocicos de los animales. Además, los lugares de contagio pueden ser diversos: residencias caninas, exhibiciones, perreras, sesiones de entrenamiento o simplemente en el parque jugando con otros perros. Los síntomas se caracterizan por tos seca y áspera, en ocasiones acompañado de flemas, secreción nasal, secreción ocular y estornudos; así como taquipnea (respiración más rápida) y dificultad para respirar.