En el Día Internacional de la Seguridad del Paciente, compartimos una columna de opinión de la Mag. María Maluenda Martínez, profesora de la carrera de Licenciatura en Enfermería de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral. Actualmente se habla de la “fidelidad en la comunicación”, y cuando algo interfiere en la transmisión e interpretación de un mensaje, lo llamamos ruido. De la misma forma que una radio puede tener interferencias y falencias en la comprensión del contenido, lo mismo sucede en la comunicación en el ámbito de la salud. Hay actitudes que afectan la lealtad en la transmisión del mensaje y eso lleva aparejado como consecuencia la discontinuidad en el cuidado de los pacientes.
Cuando uno acude a un hospital como paciente tiene un rol protagónico y activo que muchas veces desconoce: su colaboración puede lograr una experiencia mejor y más segura, y la forma de lograrlo es comunicándose de forma efectiva. Los estudios de la especialista Alisa Khan sobre errores o ruidos en la comunicación con padres de niños hospitalizados aseguran que la mala comunicación entre los padres de pacientes pediátricos y los profesionales de la salud conduce a eventos adversos y a una experiencia hospitalaria menos satisfactoria. Entre los hallazgos, se vio que los padres que reportaron problemas de comunicación tenían 5,3 veces más probabilidades de informar errores y un 78,6% menos de probabilidades de informar una buena experiencia en el hospital.
En este sentido, se valora especialmente al personal de Enfermería, el cual es clave para asegurar la continuidad del cuidado, articulando la comunicación del paciente y familia con todos los profesionales de la salud que los tratan. Como Rezende explica, la comunicación es una competencia necesaria en la formación curricular de Enfermería, y se entrena mediante escenarios de simulación clínica, entre otros. Allí se desarrollan habilidades que permiten integrar la comunicación como parte del cuidado, pudiendo influir directamente en los resultados en salud.
El equipo que se establece entre el paciente, familia y profesionales de la salud necesita de la comunicación como instrumento básico y poderoso en el proceso de atención. Para la próxima visita a un equipo de salud, es importante recodar llevar la lista completa de la medicación que se toma, de las inquietudes sobre su salud y consultar las pautas sobre cómo manejarse. De esta manera, se logrará aumentar la fidelidad de la información que se quiere transmitir, se disminuirán los eventos adversos prevenibles y se mejorará la experiencia en el cuidado de su salud.
Por Mag. María Maluenda Martínez – Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral. |