El ministerio de Salud de la Nación advirtió que “la detección temprana de la tuberculosis permite realizar el tratamiento y evitar la transmisión”.
Cada año, el 24 de marzo, se conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis, con la intención de concientizar a la población sobre las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales y económicas que aún hoy causa esta enfermedad.
La fecha conmemora el día en el Dr. Robert Koch anunció que había descubierto la bacteria que causa la tuberculosis en 1882, lo que abrió el camino hacia el diagnóstico y la cura de esta enfermedad.
La tuberculosis sigue siendo una de las enfermedades infecciosas más mortales del mundo. Cada día en el mundo, más de 4.000 personas pierden la vida a causa de esta infección.
El ministerio de Salud de la Nación llamó a tomar conciencia y a tener presente esta enfermedad y sus síntomas, y advirtió que “la detección temprana de la tuberculosis permite realizar el tratamiento y evitar la transmisión”.
Además, comunicó que ante cualquier duda la población puede comunicarse a Salud Responde, al 0800 333 3444.
En esa línea, es necesario tener en cuenta que es obligatorio vacunar con la BCG a niñas y niños recién nacidos. Es una dosis, antes de egresar de la maternidad.
La vacuna BCG previene las formas graves de tuberculosis. Luego de la aplicación es común que se forme una pequeña elevación de la piel (nódulo) y deje una cicatriz en el sitio de aplicación. Una única dosis es suficiente, independiente que deje o no cicatriz.
La forma más común es la tuberculosis pulmonar, aunque puede atacar a otros órganos. Estas formas de tuberculosis, llamadas extrapulmonares, son más graves y pueden producir artritis, meningitis, osteomielitis, etc.
Contagio
La vía de contagio más común es por la inhalación del bacilo que una persona enferma con tuberculosis transmite a través del aire cuando habla, escupe, tose o estornuda. Para que se produzca el contagio el contacto entre personas debe ser frecuente.
El contagio es más frecuente entre personas que conviven o pasan varias horas juntas; por ejemplo, familias, amigos, compañeros de trabajo estudio, de instituciones deportivas y culturales.
El contacto con una persona enferma durante varias horas en ambientes cerrados y poco ventilados aumenta el riesgo de contagio.
Niños y niñas, adolescentes, personas gestantes, personas con VIH, personas con diabetes, personas malnutridas, personas con cáncer, personas en tratamiento inmunosupresor que baje las defensas y personas privadas de la libertad conforman grupos de riesgo de esta enfermedad.
Síntomas habituales
• Tos persistente -con o sin expectoración- por más de 15 días
• Fiebre y sudoración, en especial durante la noche
• Eliminación de sangre en el catarro
• Falta de apetito y cansancio
• Pérdida de peso
Prevención
• Controlar a las personas que conviven o son contactos frecuentes de la persona con tuberculosis.
• Tomar los medicamentos como indique el equipo de salud.
• Acompañar y apoyar a la persona con tuberculosis para que finalice su tratamiento.
• Usar barbijo durante el período que dure la enfermedad.
• Al toser o estornudar cubrirse la boca con el pliegue interno del brazo o un pañuelo desechable.
• Mantener la higiene personal y del hogar.
• Iluminar y ventilar los ambientes de la casa, escuela, trabajo, club, medios de transporte, etc.
• Difundir la importancia de participar activamente para ponerle fin a la tuberculosis en el barrio, las escuelas, en el trabajo y en espacios de reunión es tarea de todos y todas.