El destacado violinista y docente baraderense Jorge Gordillo, dueño de una rica trayectoria y quien durante más de 20 años tocó junto a Jaime Torres y otros grandes de la música popular argentina, falleció el 21 de marzo a los 64 años. Sus seguidores, folcloristas amigos y familia, le realizarán un homenaje en el Patio del Folclore en Parque Patricios, casi su segunda casa luego de su Portela (Baradero) natal. Fue revelación del Festival de Baradero y lució su música y charango, en escenarios nacionales e internacionales durante 40 años de carrera.
El musico nacido en el pueblo bonaerense de Portela (Partido de Baradero), que fue distinguido como revelación en el Festival de Baradero, recibirá un merecido homenaje este domingo en el Patio del Folclore que fue impulsor durante su carrera, la que compartió entre otros logros artísticos-musicales a lo largo de su vida, en discos de agrupaciones y figuras como el gran charanguista Jaime Torres, Los Changos, Melania Pérez, Antigál, Leo Carbajal y Bruno Arias, entre otros.
También aportó belleza, desde su calidad como intérprete del violín y su enorme musicalidad a la película documental, “Caballos en la ciudad” y a la tira televisiva “Caloi en su Tinta”, y editó sus trabajos como solista “Buscame en mi tierra”, A cielo abierto” y “Querido violín”.
“Yo nací en Portela, un pueblo muy chiquito de la provincia de Buenos Aires, llegué acá después de obtener el premio como revelación del Festival de Baradero. En ese momento fueron muchos los artistas que tocaron y muchos de ellos nos apoyaron para venir a Capital. En ese momento yo tocaba con un amigo (Raúl Cantero), pero al tiempo de llegar él decidió dejar la música y me quedé solo”, dijo en su momento el músico.
Durante más de dos décadas, Gordillo fue el impulsor de una peña folclórica vecinal a cielo abierto en la esquina de Monteagudo y avenida Caseros, en uno de los rincones del Parque de los Patricios, del barrio porteño homónimo, que se desarrolla todos los domingos cuando empieza a caer la tarde y que convoca cientos de vecinos y bailarines amateurs amantes del baile telúrico.
“Tal vez a mí no me conocen, pero bailan mi música en todos lados. Por eso sé que a mis hijas no les voy a dejar plata de herencia, pero les voy a dejar un patio de folklore”, expresó en alguna ocasión sobre este incansable trabajo como músico y promotor cultural autogestivo que desarrollaba a escasas cuadras de su casa.
Hoy el Folclore Argentino y en su tierra, los porteleros de Baradero, sienten entrañablemente la falta de la magia que dulcemente le sacaba a su violín; Jorge un tipo de gran sensibilidad, de hombría de bien y musico de grandes virtudes musicales, que lloramos todos los que tuvimos la oportunidad de conocerlo, más allá de sus interpretaciones únicas, que difícilmente pueda ser reemplazado. MERECIDO HOMENAJE.
Textos de Telan y propios.