Según la OMS, 240 millones de personas en el mundo pueden mejorar su patología si hacen rehabilitación. Las patologías neurológicas afectan a cada grupo etario, etnia, género y estado socioeconómico. Por eso en el Día Mundial del Cerebro, especialistas del Hospital de Clínicas de la UBA, hablan sobre las enfermedades más frecuentes, cómo pueden ser prevenidas, tratadas y posteriormente rehabilitadas.
En este 22 de julio resaltólla Dra. Verónica Tkachuk de la División Neurología del Hospital de Clínicas de la UBA que “Existen parámetros y factores de riesgo que históricamente se asociaron al daño del corazón como por ejemplo la hipertensión o el colesterol alto, el sobrepeso a la obesidad y el tabaquismo al cáncer de pulmón. Es muy importante decir que todas estas circunstancias y hábitos también inciden de forma directa la salud neurológica y que pueden determinar futuras enfermedades”.
Además de promover la conciencia sobre las enfermedades neurológicas, en este día se fomentan hábitos saludables como medida de prevención. El acceso universal al cuidado profesional, tratamientos, rehabilitación y tecnología asistencial es esencial y resaltando que se debe comenzar con una sólida educación en la materia para reconocer a tiempo este tipo de episodios.
Dentro de las enfermedades neurológicas más frecuentes, desde la División Neurología del Hospital destacamos que supervisando los factores de riesgo y con una rehabilitación correcta se alcanzan altos grados de efectividad sobre la calidad de vida del paciente, estas dos son:
Accidente cerebrovascular (ACV): El ACV es una afección grave que ocurre cuando el flujo sanguíneo al cerebro se ve interrumpido o por la ruptura de un vaso sanguíneo. Sus principales factores de riesgo están vinculados a la obesidad, el sedentarismo, el colesterol alto y el tabaquismo.
Además es hoy la segunda causa de muerte entre las enfermedades no transmisibles según la OMS. La demencia: Más de 55 millones de personas tienen demencia en todo el mundo, más del 60% de las cuales viven en países de ingreso mediano y bajo. Cada año, hay casi diez millones de casos nuevos. La Enfermedad de Alzheimer afecta a casi el 75% de los pacientes, además de otras causas menos frecuentes.
¿Qué hábitos y conductas podemos sostener en el tiempo para cuidar la salud de nuestro cerebro?
Si bien existen condiciones genéticas y antecedentes familiares que predispone la aparición de algunas de las patologías antes mencionadas, la mejor forma de hacer prevención es tomando conductas sanas que favorezcan el bienestar del cuerpo.
Aquí van 7 tips esenciales:
Dieta: Se recomienda al menos cinco porciones diarias de frutas o verduras. La dieta mediterránea, que hace hincapié en aceite de oliva, frutas, nueces, verduras y cereales integrales, puede ser útil. Reducir las grasas saturadas y trans.
-Ejercicio aeróbico: Contribuye a reducir la presión arterial, aumentar niveles de colesterol bueno, perder peso, controlar diabetes y el estrés. Iniciar gradualmente hasta por lo menos 30 minutos de actividad física aeróbica, como caminar, trotar, nadar o andar en bici la mayoría de los días de la semana.
-Abandonar hábitos tóxicos: Tabaquismo, drogas ilícitas, alcohol en exceso.
-Hacer actividad recreativa, vida social, meditación, rutinas de autocuidado, etc. Lo que a cada uno le resulte para disminuir el estrés, el cual empeora cualquier otro factor de riesgo.
-Chequeo médico anual para búsqueda y tratamiento de los factores de riesgo de ACV.
- Cuidar tu corazón, también es cuidar el cerebro: De existir hipertensión, diabetes, colesterol elevado, arritmias, entre otros, deberán ser tratados y controlados estrechamente
- Dormir bien: La baja calidad del sueño está vinculada al deterioro cognitivo. Los trastornos respiratorios, como la apnea del sueño, también implican un riesgo mayor de padecer trastornos de memoria y cardíacos.
Este día mundial 2023 se centra en 5 objetivos principales:
• Prevención: La discapacidad neurológica puede ser prevenida, tratada y rehabilitada
• Concientización: La concientización y la alerta en salud cerebral en forma global puede reducir la discapacidad asociada a enfermedades neurológicas.
• Acceso: Es esencial el acceso universal al cuidado, tratamiento, rehabilitación y tecnología asistencial
• Educación: La educación incrementa la equidad para aquellas personas que conviven con patologías neurológicas.
• Apoyo: La salud cerebral es un derecho humano que aplica a todos, donde quiera que estemos