El elenco de Comelli tuvo una jornada muy deslucida en la segunda fecha de la Final Four, perdiendo ante el local Derqui por 61 a 52. De todas maneras, depende de sí mismo para ascender.
En el debut no había tenido buenos números, pero con carácter y mucho sacrificio había sacado el juego adelante de su debut ante Independiente de Tandil. Anoche tenía el gran anhelo de volver a celebrar en la cancha de Derqui y asegurarse el título y el ascenso al Federal. Es que teniendo en cuenta la victoria previa de los tandilenses sobre Racing de Olavarría, Independiente podía ser campeón con una fecha de anticipación. Pero la verdad es que el elenco de Comelli no estuvo a la altura de la circunstancia. Si bien la luchó y estuvo en juego estadísticamente (porque ingresó al cuarto final, basquetbolísticamente el “rojo” nunca tuvo el control del juego, salvo alguna pequeñas ráfagas. Esta vez, el que mostró más entrega y carácter fue Derqui, que tampoco jugó un buen partido, pero que defendió como nunca lo había hecho, poniendo al “rojo” en una situación de incomodidad ofensiva de principio a fin. Como se esperaba la cancha estaba repleta, con gente de ambos lados. Algo que quizás a algunos jugadores le jugó en contra. Independiente volvió a repetir sus malos porcentajes de lanzamiento (en el debut había tenido 3-23 en triples y ayer 4-18). Con la conducción del experimentado Nicolás Medina, Derqui manejó el pleito. La base le ganó el “duelo” a un Pascolatt, que estuvo muy impreciso y desacertado. En cuanto al trámite, el nerviosismo fue la mayor caraterística que se vio en ambos elencos, que batallaron más de lo que jugaron. Con más errores que virtudes, el partido transitó por un plano equilibrado, donde Derqui dominaba por una mínima ventaja de 3 a 6 puntos. Se fue al entretiempo por 30 a 26. En el complemento, Independiente parecía encontrar algunas soluciones con Marrone, pero enseguida tuvo que ir al banco por acumulación de faltas, mientras que Carugatti dejó dejó de ser el jugador desequilibrante de la primera mitad, debido a la férrea marca que le propuso Nicolás Tabárez. De todas maneras, el “rojo” se las ingenió para achicar la brecha e ingresar al cuarto final con el partido cerrado (40-37). De todas maneras, los zarateños nunca tuvieron la claridad para tomar buenos lanzamientos en ataque o para tener una movilidad del balón segura. Un par de recuperos de Juan Bello y otros de Medina, le dieron al local una máxima de 13 a falta de 1:30 minuto (59-46), que no sólo liquidaba el partido, sino que lo ponía a Independiente en una situación peligrosa para la última fecha. Lo único rescatable, fue una mínima reacción sobre el final que achicó la brecha a 9 (61-52) y que le permite al elenco de Comelli depender de sí mismo para ascender al Federal, aunque ya no tiene chances de campeón.
