El precandidato a presidente de la República Argentina por La Libertad Avanza tuvo un paso en las inferiores del Funebrero. Sus excompañeros lo recuerdan como un “tipo tranquilo”, pero que en el arco estaba “completamente loco”.
Javier Milei es uno de los precanidatos a presidente de la República Argentina en estas elecciones del domingo. La cabeza de la fórmula de La Libertad Avanza, que se presentó en las PASO en los comicios, tiene un pasado en el fútbol: hizo inferiores como arquero en Chacarita en una de las mejores categorías de las historia del club y este jueves se conocieron detalles de la relación en el vestuario con sus compañeros, el apodo que tenía y cómo era su desempeño.
“A él lo traen para que forme parte del plantel entre los 13 y los 14 años, puede ser a los 12. Siempre al arco, exactamente igual como es en la vida era de arquero. Se tiraba para todos lados, no le importaba nada, era de esos tipos fuertes, grandote, medio loco, porque le decíamos El Loco Milei. Buen arquero encima”, contó Gabriel Bonomi, exfutbolista, en diálogo con Jeremías Rodríguez para Infobae. “Se entrenaba a la par, si había que tirarse al barro, se tiraba al barro. Una vez fuimos a jugar un partido de baby, nos llevó Cacho Alejos, que era como el padre de él porque lo trajo y lo apadrinó. Fuimos a jugar a un club que no recuerdo y El Loco se atajó todo”, agregó.
“Yo lo habré dirigido seis meses. Esa categoría era una de las mejores que se recuerda en la historia de las inferiores de Chacarita, la ’70. Y tengo los mejores recuerdos suyos, nadie puede decir nada malo de Javier Milei porque fue intachable”, dijo también Eduardo Grecco, que dirigió a Milei y todavía trabaja en el Funebrero. “Tiene el pelo todo revuelto como antes, pasa que antes era más rubio. Lo vi con todo el pelo castaño oscuro, pero era rubio. Era como el sol su cabeza. La melena la sigue teniendo, le cambió el color”, contó luego.
El recuerdo de Milei en Chacarita: “Está completamente loco”
Eduardo Perico Pérez, uno de los mejores jugadores de aquella categoría 70 de Chacarita, también llenó de elogios a Javier Milei por su desempeño bajo los tres palos. “Se la jugaba en todas, era un loquito mal adentro del arco, le podía salir bien o mal, pero sinceramente no tengo recuerdos de que se haya mandado una macana o hayamos perdido un partido por él. Cuando atajaba, se convertía. Era ponerse la camiseta y hacer locuras adentro del arco, se tiraba de cabeza, cosas que decías ‘este tipo está completamente loco’”, manifestó a Jeremías Rodríguez en Infobae. “Era muy introvertido, callado. Cuando lo vi en la tele en principio pensé que era como un personaje por el tema de la política, pero después dije, ‘No creo’, porque si bien era un loco en el arco, por ahí lo trasladaba eso a su vida personal y ahora debe ser así, impetuoso. Así que yo le creo, es así”, prosiguió.
Cómo era en el vestuario
“Nosotros nos enfrentábamos con el River de Juanjo Borreli, el Vélez del Cholo Simeone, cada equipo tenía figuras, estaban (Fernando) Gamboa, (Leonardo) Astrada, unos equipos terribles que te pintaban la cara por momentos. Siempre donde más pica había era con Atlanta o con Tigre, pero nosotros teníamos una categoría con la que le ganábamos a todo”, describió Omar Corsaro, que llegó a Primera con el Funebrero. “Él era tranqui, la personalidad que muestra ahora, nada que ver cuando era chico, se ve que fue cambiando. Cuando lo vi en la tele… Ese carácter no lo tenía cuando era chico, era un pibe tranquilo. Igual los arqueros se caracterizan por tener carácter, son todos medios locos. Pero era una edad en la que éramos chicos, entonces éramos todos un poco más tranquilos, capaz después se le fue formando ese carácter que tiene ahora. No era conflictivo, no se peleaba con nadie, siempre macanudo. Me sorprendió verlo así, no lo tenía”, completó.
Sin embargo, Gabriel Bonomi, que tenía una gran relación con él, opinó lo contrario. “Era muy altanero, fuerte, no cambió en eso, sigue siendo el mismo. Cuando lo veo me causa gracia porque digo ‘No cambió más este pibe’. Obviamente que estamos más grandes, pero es el mismo temperamento. En los planteles hay que pagar derecho de piso, o te plantás y te la bancás o sos sumiso. Yo fui un tipo que por mi temperamento me planté cuando me pusieron los puntos y Javier era un alfa, igual. No te lo ibas a comer crudo así de palabra. Es un tipo que se la banca, se nota que tiene aguante en cuanto a lo personal. Te va al frente”, aseguró.