La empresa automotriz japonesa Toyota radicada en Zárate hace más de 27 años, y que a partir de los modelos Hilux y Hiace, diseña y produce vehículos para todo tipo de usos en la planta con recursos humanos zarateños y regionales, desde 2020, lleva vendidas más de 1.800 unidades de siete categorías de conversión distintas, desde ambulancias para el ejército hasta pick-ups adaptadas para la actividad petrolera y vehículos de reparto. Las claves del negocio, el antecedente de Base Marambio en la Antártida y el impulso que produjo la pandemia, en el siguiente informe.
Desde hace más de 25 años, Toyota produce la pick-up Hilux y el SUV SW4 en su planta de Zárate. Cada 87 segundos sale una nueva unidad de la línea, con destino al mercado argentino o hacia alguno de los 22 países de América Latina a los que exporta. En 2024, comenzará a producirse un nuevo vehículo en la planta: Hiace, el utilitario que hasta hoy llega importado desde Japón.
Apalancada sobre las capacidades técnicas y la experiencia adquirida en todo este tiempo, Toyota decidió agregar una capa más de valor a sus productos. Esa es la misión del área de Conversiones, dedicada a diseñar y producir vehículos adaptados a necesidades específicas de múltiples clientes. Desde 2020, Toyota lleva vendidas más de 1.800 unidades de ambulancias, vehículos equipados para minería y Oil & Gas, patrulleros, de servicio técnico móvil, de cargas generales y otros.
El área de Conversiones tiene origen en el sector de PPO (Post Production Operation), donde se adecúan y accesorizan distintos vehículos a la salida de la línea. En 2017, a raíz del trabajo en conjunto con una compañía petrolera, se dieron los primeros pasos en el desarrollo de una conversión más allá del line-up estándar del mercado. Se adaptó una Hilux para enfrentar condiciones especialmente hostiles en la Patagonia, con protección de transmisión, amortiguadores, radiador y diferencial; barra de trabajo; sirena de retroceso; Bedliner y otros componentes.
El éxito de esta conversión se sumaba a la experiencia adquirida durante más de 20 años en la adaptación de vehículos para las fuerzas de seguridad y el ejército. De hecho, desde 2002, Toyota provee Hilux para la Base Marambio en la Antártida.
El impulso definitivo se dio en 2020, cuando, en plena pandemia, Toyota asumió el desafío de producir ambulancias tomando como base un prototipo diseñado un año antes sobre la icónica pick-up Hilux. La emergencia sanitaria obligó a acelerar los planes para llegar con unidades a todo el país. El principal diferencial de estas ambulancias, además de su equipamiento de alta complejidad, es la tracción 4×4, lo que les permite transitar en todo tipo de terrenos y acceder a lugares inhóspitos.
A Hilux luego se sumó el modelo de ambulancia Hiace. Entre ambas, Toyota lleva entregadas 225 ambulancias para entidades gubernamentales, ejército y empresas privadas.
“El proyecto de las ambulancias fue uno de los mayores desafíos que enfrentamos como equipo y nos convenció de la capacidad que teníamos para desarrollar nuevas conversiones”, afirma Martín Venturini, gerente comercial de Accesorios, Conversiones y PPO. “Además, como están desplegadas en todo el territorio argentino, aprendemos continuamente de cada condición y tipo de uso. Y eso nos permite aplicar mejoras continuas en el producto”.
Además de las ambulancias, el área ya produce conversiones de 7 categorías distintas: Fuerzas de seguridad; Cúpulas; Kit de Protección Minero y Petrolero; Servicio Técnico Móvil y Conversiones a medida. Para cada una de ellas, Toyota trabaja de manera interna y con proveedores especializados, con quienes mantiene acuerdos de largo plazo para potenciar la calidad y sustentabilidad del negocio. Las unidades se comercializan a través de la red oficial de 43 concesionarios Toyota en toda la Argentina.
La compañía está desarrollando nuevos prototipos para usos diferentes, especialmente en el rubro de logística de última milla y Leisure. El próximo desafío es la exportación de vehículos terminados a países de América Latina, donde ya se enviaron unidades temporalmente para test y evaluación de mercado.
La clave detrás de este cambio es ampliar las opciones para un universo cada vez más amplio de clientes, con productos y servicios que se adecúen a sus necesidades. De hecho, los vehículos de Oil & Gas y Minería son en su mayoría operados por KINTO, la plataforma de Toyota que ofrece movilidad como servicio.