Las subas tienen en cuenta como referencia las variaciones del precio FAS del trigo en un 40%, la de la inflación mayorista en un 30% y la de los salarios en el otro 30%.

La Secretaría de Comercio fijó nuevos precios de referencia sin impuestos de la harina común 000 a la salida del molino con un aumento del 5%. Lo hizo a través de la Resolución 1453/2023 publicada en el Boletín Oficial, en el marco del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA).

Así, el valor que regirá desde hoy para la harina 000 quedó establecido en $ 2.594 para las bolsas de 25 kilogramos (4,98% más que los $ 2.4712 vigentes desde el 24 de agosto) y en $ 101.814,50 en el caso de la tonelada (antes $ 96.986,75), tomando como referencia un precio del trigo de $ 54.715,40 la tonelada (5% más que los $ 52.109,91 de la resolución previa).

Los nuevos precios representan un aumento del 4,98% y 5% respecto del último incremento fijado a mediados de agosto, que fue del 7,9%.

Las subas tienen en cuenta como referencia las variaciones del precio FAS del trigo en un 40%, la de la inflación mayorista en un 30% y la de los salarios en el otro 30%.

Desde marzo de este año se dispuso compensar únicamente la bolsa de la harina 000, abandonando el subsidio para la 0000 común, y para la de tapera y semolín, además de dejar de fijar valores base para gluten, premezclas, harinas acondicionadas especiales e integrales.

El cambio, efectuado mediante la resolución 319/2023, se fundamentó en que el “escenario climático actual resulta gravemente desfavorable para la producción agrícola nacional”.

No obstante, desde julio se reincorporaron la harina 000 calidad 24/26, y la 000 calidad 26/28, que tendrán un precio de hasta 10% y 20% más que el fijado como base, respectivamente.

Los precios en todas las variedades son sin impuestos, a la salida del molino y sin costos de entrega; y a ellos se les debe incorporar los siguientes costos logísticos por región: ciudad y provincia de Buenos Aires, 3,50%; Centro, Cuyo y Litoral, 5,50%; NEA y NOA, 7% y Patagonia, 10,5%.

La implementación de los precios subsidiados procura garantizar un valor de referencia para el trigo en el mercado interno, “que permita conservar una estabilidad en la participación de la bolsa de harina como componente del costo de los productos que de esta se derivan”, señalaron en los considerandos.