Por Daniel Armando Vogel – Hola buen día. Buen domingo para todos, tenemos hoy una jornada particular la que termina con la Nochebuena esperando la Navidad 2023, seguramente con la familia y compartiendo momentos muy especiales y de celebración.
Son éstos, momentos especiales y difíciles los que atraviesa nuestro país, ya hace mucho tiempo que se profundizan y se profundizarán más los problemas económicos en los próximos días con las medidas que fueron anunciadas en el transcurso de la semana que terminó, por los DNU que dio a conocer el presidente Javier Milei.
Seguramente, muchas mesas no tendrán la abundancia que supieron tener, probablemente muchas familias se tendrán que conformar con compartir mucha armonía sin tanta variedad de comida que solían mostrar las mesas argentinas en Nochebuena y las Navidades de años anteriores.
Es tiempo de ajustarse el cinturón, solía decir mi abuelo, cuando no había tanto para comer.
Y ese tiempo, por enésima vez vuelve a repetirse en la Argentina y nos vuelve a sacudir, siempre recayendo sobre los más necesitados, los que menos posibilidades tienen a la hora de acceder a trabajos que fueran bien remunerativos, para que aportando el “sudor de la frente” no tengan que hacer faltar nada a las familias, de cada trabajador
Sin duda son tiempos especiales, reiterativos y cíclicos para nuestra economía tan castigada.
Argentina es un país rico empobrecido por las malas administraciones. Tenemos riqueza por naturaleza, con los cuatro climas, miles y millones de kilómetros para cultivar, producir alimentos no solamente para el pueblo argentino, sino para más de 500 millones de habitantes en del Mundo.
En un país donde nos consideramos todos de origen cristiano, vale comprender que el verdadero significado de estas navidades no son solamente las mesas tendidas opíparamente, si en no encontrar en estas festividades el verdadero sentido de la natividad, con la llegada de ese ser llamado Jesús, que puede darnos la paz y felicidad verdadera.
Deseamos desde EL DEBATE para todos los zarateños y limeños que, estas horas nos ayuden a reflexionar mucho más allá de levantar simplemente las copas y brindar, tenemos que sentir la necesidad de reconocer el verdadero significado de la Navidad y aplicarlo, a nuestras vidas para que fluya como un torrente de vida, a la de nuestros semejantes, que nos rodean.
Quiera Dios hoy bendecirnos, para que todos tengamos una jornada de paz, de armonía y también de mucha esperanza, aunque haya algunos estén desesperanzados, desanimados o desalentados, sepamos que creyendo en el niño que nace en Belén y que quiere llegar a cada uno de nuestros corazones, puede estar la respuesta qué tal vez los políticos y dirigentes nos arrebataron hace tiempo y no encuentran como nos pueden volver a dar.
¡¡¡Feliz Navidad!!! Es el sincero deseo de esta editorial, para todas las familias de la comunidad.
AL QUE LE QUEPA EL SAYO…
