Los grupos que ofrecen bienes y servicios a cambio de otros productos son cada vez más en la provincia de Buenos Aires. A los tradicionales clubes o plazas como lugares de reunión se sumaron en los últimos tiempos las redes sociales, donde las personas pueden publicar fotos y mensajes sobre las pertenencias que buscan intercambiar. PREOCUPANTE INFORME.
La modalidad del trueque no es nueva y en el imaginario colectivo aún continúa relacionada al 2001, como una alternativa solidaria a la crisis. Sin embargo, en los últimos años se reeditó como una forma de paliar los aumentos y ya se replica en distintos municipios bonaerenses y en otras localidades del país.
En Tandil, una vez por semana, los vecinos se reúnen en cuatro puntos diferentes de la ciudad para intercambiar sus productos sin efectivo, sino sólo a través de bonos. “Lo que era una feria social se transformó en una sede del trueque”, señaló Francisco Maestrojuan, organizador del club del trueque local en declaraciones radiales.
Asimismo, señaló que espera que el intercambio sea “una salida a la situación de emergencia social” que viven muchas familias en esa ciudad y adelantó que se realizan “reuniones preparatorias para abrir nuevos nodos para troquear” a raíz de la gran demanda.
Asimismo, a metros de la estación en la Laferrere, en el partido de La Matanza, la feria del trueque ocupa más de dos cuadras y tiene lugar los lunes, miércoles y viernes. Allí se exponen todo tipo de productos, aunque sus organizadores admiten que sobre todo se intercambian alimentos. Esa iniciativa se replica en otras localidades de la región tales como Isidro Casanova, González Catán y Rafael Castillo.
Como la modalidad presencial implica una organización previa, en muchos municipios los vecinos eligen publicar los productos en páginas de Facebook creadas exclusivamente para el trueque virtual. Tan sólo por nombrar algunos, hay grupos de ese estilo en Tres Arroyos, Bahía Blanca, Mar del Plata, Caseros (Tres de Febrero), Ituzaingó y Dolores, este último con casi 9 mil miembros.
En tanto, dos vecinas de La Plata crearon en Facebook un club del trueque identificado como “canje x mercadería La Plata límite 90 pesos”, que ya tiene más de 10 mil miembros, todas mujeres. La modalidad es mitad virtual y mitad presencial, debido a que se organiza a través de la red social, pero los intercambios se realizan miércoles y sábados en el barrio San Carlos de esa localidad.
La consigna es “evitar el lucro” y “ayudarse”. Para ingresar al grupo hay que mandar una solicitud que deberá ser aceptada por las administradoras, y para vender se deben publicar fotos, detallar el estado y pedir lo que se necesita. “Prohibido vender y ofertar por dinero, solo se puede pedir hasta 90 pesos en productos” por artículo publicado, reza el reglamento del grupo.
En esa localidad bonaerense, al igual que en varios grupos virtuales, también prolifera el comercio de “usados”: ferias de venta de ropa, sobre todo de chicos, que se expone sobre mantas en plazas y parques.
Los denominados “mercados de pulgas” también ganan seguidores en Facebook e Instagram, donde usuarios particulares u organizados venden sus pertenencias. Mientras que las páginas web de ese estilo también ganan terreno: “Vendé lo que no usás”, “Uno lo tiene, otro lo quiere”, son algunas de las consignas de esos mercados virtuales que se publicitan por televisión. (DIB)
