En el marco del Día del Veterinario, el Colegio de Profesionales Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires celebra una fecha de gran significado que honra la dedicación y el esfuerzo de los profesionales veterinarios. Esta conmemoración tiene sus raíces en 1883, cuando se iniciaron las primeras clases de Agronomía y Veterinaria en el Instituto Agronómico Veterinario de Santa Catalina, en la provincia de Buenos Aires.

A lo largo de los años, el rol del médico veterinario ha ganado una relevancia creciente. Los veterinarios no solo se encargan del cuidado de los animales de compañía, sino que también desempeñan una función crucial en la salud pública. Su labor abarca la prevención y el control de enfermedades zoonóticas, el asesoramiento en producción ganadera, la inocuidad alimentaria y la protección de fauna en peligro.
El trabajo de los veterinarios también adquiere mayor importancia durante crisis ambientales, como incendios forestales, que modifican hábitats y pueden causar migraciones masivas o fenómenos climáticos que obliguen a ajustar la producción de alimentos.

Es decir, el rol de estos profesionales va mucho más allá de la atención en un consultorio, sino que son garantes del equilibrio entre la salud humana, la salud animal pero también en el equilibrio del medioambiente. De esta forma están presentes en todos los aspectos de la vida cotidiana.

Por eso desde el Colegio de Veterinarios de la provincia de Buenos Aires, y en un contexto de creciente preocupación por la salud pública y la seguridad alimentaria, los veterinarios están llamados a ser protagonistas en el bienestar de personas y animales.

Por qué se celebra cada 6 de agosto

Cada 6 de agosto se celebra en Argentina el Día del Médico Veterinario. Esta fecha sirve como homenaje a la labor, estudio y preparación de una profesión que trabaja por el cuidado, bienestar y salud de los animales. La iniciativa surgió en honor a la creación de uno de los primeros establecimientos universitarios de este área en nuestro país.

Coincide con el día del Agrónomo, porque ambas disciplinas tuvieron origen en el mismo espacio académico, hace ya más de un siglo. Hasta el año 1872 era imposible encontrar en nuestro país un establecimiento que brindara la carrera de veterinaria y agronomía.

Hasta casi finales del siglo XVIII nuestro país no tenía carreras superiores relacionadas a la veterinaria y la agronomía. Para desarrollarse en estas profesiones era necesario emigrar. Los profesionales que se desempeñaban en estas áreas eran todos extranjeros o habían estudiado en otros países.

Por eso, en 1872, Eduardo Olivera, argentino recibido de agrónomo en Francia, creó el Instituto Agrícola Santa Catalina, lo que se conoció como el primer centro académico nacional en especializarse en estas disciplinas. El 6 de agosto de 1883 se dictaron las primeras clases en este predio ubicado en la localidad de Lavallol, Buenos Aires, y en honor a esa fecha hoy tenemos el Día del Médico Veterinario en Argentina.