En Vinos a la Carta, Fabricio Portelli recomienda tres elaboraciones con la uva blanca más emblemática del país. Aromáticos, refrescantes y con mucho carácter, ideales para descubrir en esta época del año y disfrutarlas por copa o acompañando las empanadas salteñas.
Sin dudas, después del Malbec, el Torrontés es el vino más famoso de la Argentina, si es que se mira desde el exterior. Es que se trata de una cepa autóctona que siempre se elaboró y consumió en el país, y que tiene hoy su oportunidad de conquistar el mundo. Porque representa la identidad del Noroeste argentino, su mejor terruño, y porque los vinos elaborados con esta variedad han mejorado muchísimo. Además, su expresión es muy intensa y única.
Esta variedad es la única autóctona del país, una cruza entre la Criolla (Misión) y el Moscatel de Alejandría. Este vino fue el blanco más popular y tradicional en la época en que se consumían 90 litros per cápita al año. Pero hoy, después de mucho tiempo teniendo un papel secundario, era hora de que suba al escenario como protagonista. Porque el auge del vino argentino en el mundo, gracias al Malbec y la buena relación precio-calidad de muchos otros tintos, exigía un blanco. Pero no uno de estilo internacional; que los hay y muy buenos, sino uno exitoso como el Malbec, con una referencia indiscutible a la Argentina.
Ahí es donde entra en juego el eterno Torrontés. Las claves del éxito son muchas. Por un lado, las circunstancias lo convirtieron en el compañero de viaje del Malbec, ya que, afortunadamente, la originalidad sigue siendo una cualidad atractiva e irresistible para los consumidores globales. Pero tuvo que cambiar de ropa para irse de viaje y ser amable por el mundo. Dejar de lado su carácter rústico y su claro desequilibrio entre un ataque agradable y casi dulce (pese a ser un vino seco) y un final bastante amargo, con algunos tonos de madurez.
Es por ello que en el último tiempo surgieron vinos más armoniosos, sin grandes contrastes entre el principio y el final de cada trago; pero sin renunciar a su tipicidad. Aún hay quienes prefieren dejar algo de azúcar residual para que predomine ese final rústico, mientras que otros van logrando un buen equilibrio entre los amargos y un final más seco.
Por eso los Torrontés de hoy son mucho mejores que los de antaño, e incluso se pueden diferenciar más por zonas que por estilos. No hay duda de que el epicentro irrebatible es Cafayate (en Salta a más de 2000 metros sobre el nivel del mar), donde incluso hay algunas bodegas mendocinas que lo elaboran en instalaciones alquiladas. Pero hay otro suelo argentino distinguido para el Torrontés Riojano. Es precisamente en La Rioja, en el Valle de Chilecito. Sin embargo, no nos olvidemos de los que se producen en el Valle de Uco (Torrontés Mendocino), Alto Valle en Río Negro y en San Juan (Torrontés Sanjuanino), que están intentando despegar.
Así que hoy, cuando se habla de Torrontés, se refiere en general al Torrontés Riojano producido en Salta o La Rioja. Un vino que es y será muy intenso, expresivo y aromático. También profundo, con toques florales y de frutas tropicales que se escapan de la copa incluso cuando se sirve frío. Un vino blanco que es mucho más que un aperitivo porque ha demostrado ser ideal para acompañar las empanadas argentinas, el locro y hasta el sushi.
Aunque Argentina aún tiene alguna dificultad para diferenciarse de los vinos blancos de variedades internacionales, el Torrontés ha roto ese paradigma, sobre todo en un país carnívoro, donde hay un exceso de producción y consumo de vino tinto. Y gracias a que todavía hay más demanda que disponibilidad, su crecimiento está garantizado. Porque fue y será el único vino cien por ciento argentino, y cuando los consumidores locales lo redescubran, no dejarán de disfrutarlo y compartirlo con orgullo, ya sea en vinos blancos y de cosecha tardía como en los flamantes vinos naranjos.
Tres Torrontés para brindar
1- Antropo Lío de lías Torrontés Naranjo Sin Filtrar 2023
Antropo Wines, Jujuy, Quebrada de Humahuaca $31.600
Luego de 45 días de maceración y seis meses de crianza, se obtiene este naranjo de la Quebrada de Humahuaca, del cual solo se hicieron 1400 botellas. Bien floral en sus aromas a quinotos y flores blancas, con las texturas de ánforas que se sienten en su paso por boca y le aportan carácter y vivacidad. Beber entre 2024 y 2026.
Puntos: 91
2- Laborum Single Vineyard Finca El Retiro Torrontés 2023
El Porvenir de Cafayate, Salta, Altos Valles Calchaquíes, Valle de Cafayate $36.600
Con uvas de viñedos propios, el enólogo Paco Puga se luce con este blanco que es puro carácter. De aromas elocuentes, florales (flores blancas) y cítricos. Paladar franco y refrescante, muy vivaz, bien logrado y con toda la expresión de la cepa y del lugar. Beber entre 2024 y 2025.
Puntos: 91
3- Alta Yari Gran Torrontés 2022
Alta Yari, Mendoza, Valle de Uco, Gualtallary $29.000
Blanco de aromas bien florales, frescos, pero a la vez con un toque de madurez solar. Como desde su cosecha debut (2020) hay buena tensión, de paladar franco y refrescante, con agarre. Voluptuoso y persistente, también expresivo, sin llegar a ser invasivo. Gran exponente varietal, con más vida por delante. Beber entre 2024 y 2027.
Puntos: 92
Por Fabricio Portelli (Infobae)