La activación de la planta permitirá que Argentina ahorre millones de dólares en importaciones de gas y combustibles líquidos.
Argentina activó la planta compresora de gas natural de Salliqueló, ubicada en la provincia de Buenos Aires, la última obra complementaria del gasoducto Néstor Kirchner (GPNK), que conecta la formación de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta con los principales centros de consumo del país. Esta infraestructura se considera un hito en la política energética, ya que permitirá reducir significativamente la dependencia de las importaciones de combustibles líquidos durante los periodos invernales, según la Secretaría de Energía.
El comunicado oficial detalla que esta puesta en marcha, junto con la planta compresora Tratayén en Neuquén, inaugurada en julio, generará un ahorro estimado en 130 millones de dólares anuales para el país. Este ahorro proviene del reemplazo del gas y combustibles caros que Argentina debe importar para cubrir su demanda interna.
Ahorro de divisas y fortalecimiento energético
La nueva planta compresora incrementará la capacidad de transporte de gas desde Vaca Muerta, la segunda mayor reserva de gas no convencional del mundo, añadiendo un total de 5 millones de metros cúbicos diarios a la red nacional. En conjunto con Tratayén, las plantas inyectarán 10 millones de metros cúbicos adicionales por día, una cifra relevante para alcanzar el autoabastecimiento energético y sustituir las costosas importaciones de gas que Argentina venía realizando.
El GPNK, que atraviesa las provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires, es crucial para aliviar las presiones financieras que el país enfrenta por la compra de gas en mercados internacionales. Eso se debe a que más de la mitad de la energía que se consume en Argentina proviene del gas natural, lo que convierte a esta obra en una de alto valor estratégico para el país. Además, la infraestructura permitirá reemplazar el uso de gasoil en centrales térmicas, una medida que contribuirá a optimizar los costos de generación eléctrica.
Proyección internacional
Por otra parte, el impacto del gasoducto Néstor Kirchner y esta nueva planta no se limita al ámbito interno sino que puede tener repercusión en lo referido a las exportaciones. Eso se debe a que, con esta obra, Argentina no sólo logrará reducir sus importaciones, sino que también fortalecerá su capacidad exportadora de gas, posicionándose como un proveedor clave en la región. Esta nueva capacidad de transporte de gas abre la puerta a la exportación, especialmente hacia Brasil, uno de los principales socios comerciales del país en el Mercosur.
El GPNK, que estuvo envuelto en demoras por cuestiones políticas desde que se presentó el proyecto en 2014, finalmente se inauguró formalmente el 9 de julio de 2023. Ahora, con la planta de Salliqueló en funcionamiento, el país se encuentra más cerca de alcanzar el autoabastecimiento y de proyectar sus reservas de Vaca Muerta en el mercado internacional.
Argentina y Brasil: integración de redes de gas
A finales de septiembre, el secretario argentino de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, anunció que Argentina y Brasil firmarán un memorando de entendimiento para integrar sus redes de gas natural. El acuerdo, que se firmará antes de fin de año, establecerá normas para coordinar la infraestructura de transporte y exportación del combustible entre ambos países, y será clave para que Argentina comience a exportar gas de Vaca Muerta a Brasil.
Durante su intervención en un congreso llevado a cabo en Río de Janeiro, Rodríguez Chirillo subrayó la importancia de este memorando para consolidar la cooperación energética en el Mercosur. Por su parte, el empresario Joao Carlos de Luca, expresidente del Instituto Brasileño de Petróleo (IBP), destacó que, a pesar de las diferencias políticas entre los líderes de ambos países, la firma de este acuerdo es un ejemplo de cómo Argentina y Brasil pueden avanzar en temas de relevancia económica para la región.