Por Daniel Armando Vogel – Hola, buen día y feliz domingo para todos. Es el último del mes de noviembre. Pronto, el domingo que viene llegará diciembre, el último mes de este difícil año 2024 que estamos viviendo.
Para los del Racing Club de Avellaneda no fue tan difícil este 2024 histórico para ellos, ya que ayer marcaron un hito en la historia de la Academia con un destacado desempeño internacional. Antes que nada, un cordial saludo a todos los aficionados racinguistas de Zárate.
Reflexionando sobre la semana que terminó, en la tierra de innumerables músicos distinguidos, ya sean compositores, intérpretes instrumentales o vocales, extendemos nuestro abrazo en el Día Mundial de la Música. Permítanme, en nombre de Homero, Virgilio, Tito Alberti, y la guitarra silenciada por la partida del “turco” Amado este año, así como de muchos otros, dedicar unas palabras a la música, ese magnífico arte de combinar sonidos de forma placentera al oído, a través de la melodía, la armonía y el ritmo.
Les comparto dos frases que me gustan: “La música es el lenguaje universal de la humanidad”, lo afirmó Henry Wadsworth Longfellow, y en Zárate esto cobra pleno significado por la cantidad de colectividades y diversas culturas que tenemos, ya que también entendemos y aceptamos que: “Donde las palabras fallan, la música habla”, como dijo Hans Christian Andersen.
El gran Bono dijo: “La música puede cambiar el mundo porque tiene el poder de cambiar a las personas”, y concluyó recordándonos que: “La música expresa aquello que no se puede decir y sobre lo cual es imposible guardar silencio”.
En estos tiempos de cambios políticos convulsivos, que quizás sean necesarios pero que están llenos de discursos violentos, agresiones y peleas, es oportuno recordar que alguna vez se pensó que “La música tiene el poder de calmar las fieras y apaciguar los espíritus.”
La conocida expresión “la música calma las fieras” resalta la capacidad de la música para sosegar incluso los ánimos más exaltados. Esta noción se sustenta en la idea de que la música posee un efecto serenador y puede tener una influencia positiva en el estado anímico de las personas y, de manera figurada, en los animales.
El gobierno nacional se encuentra en un estado de ebullición. Milei fue elegido para implementar un cambio significativo en la nación, una decisión tomada por la mayoría sin una estructura política tradicional, pero otorgándole la autoridad necesaria para llevar a cabo los cambios sustanciales en los que cree y por los que lucha. Con el tiempo, se conocerá si estas acciones son las adecuadas. Lo que, sí es conocido de antemano, es que si estas “pruebas políticas” resultan positivas, serán celebradas por todos; sin embargo, si son negativas, los trabajadores, jubilados y los más desfavorecidos, ya bastante empobrecidos, sufrirán las consecuencias, a menudo irreversibles, tanto social como económicamente.
Mientras tanto, no estaría de más que Javier Milei y sus acompañantes gubernamentales -los pocos que van quedando- escucharan más música, quizás reemplazando el mantra de “yo soy el león que me vengo a comer a todos” por melodías diferentes que puedan encontrar “En medio del caos, la música perfecta que es el refugio que serena la tormenta interna”, ya que se dice que “La música es el bálsamo que sana las heridas del alma y apacigua las fieras internas”, y reafirmo que “La música es el lenguaje universal capaz de calmar hasta a las fieras más salvajes”, incluyendo al león más hambriento y feroz.
En el ámbito de los cambios políticos, Zárate ha visto la aprobación de la nueva ordenanza Fiscal Impositiva esta semana. El Intendente Marcelo Matzkin, con su mayor experiencia política en el HCD, defendió fervientemente su implementación en el recinto, logrando su aprobación tras un intenso debate. Los ciudadanos de Zárate esperamos que su aplicación beneficie a los más necesitados y, conforme a la intención y voluntad del Intendente, impacte principalmente a los más acaudalados.
Que tenga un buen domingo.
AL QUE LE QUEPA EL SAYO…