El uso no controlado del remedio para tratar la diabetes tipo 2 y la obesidad puede empeorar la retinopatía diabética e incluso subir el riesgo de neuropatía óptica isquémica.
Un reciente estudio publicado en JAMA Ophthalmology enciende la alarma sobre posibles efectos secundarios en la visión del Ozempic (semaglutida), un medicamento antidiabético que se usa para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad.
Si bien este medicamento se ha convertido en una herramienta popular es fundamental comprender su impacto en la salud ocular, según afirma el doctor David Diamint, médico del Servicio de Oftalmología, Sección Retina, del Hospital Italiano de Buenos Aires.
La retinopatía diabética es una complicación frecuente en personas con diabetes tipo 2 que puede dañar la retina y afectar la visión. El Ozempic, al mejorar el control del azúcar en sangre (HbA1c), podría en teoría beneficiar a estos pacientes. Sin embargo, un descenso muy rápido de los niveles de HbA1c, como el que puede ocurrir al iniciar el tratamiento con este medicamento, puede paradójicamente empeorar la retinopatía diabética preexistente. Este fenómeno, aunque temporal, subraya la importancia de un control oftalmológico riguroso durante las primeras etapas del tratamiento.
En tanto, el estudio publicado en JAMA Ophthalmology revela un aumento en el riesgo de neuropatía óptica isquémica anterior no arterítica (NOIA-NA) en pacientes que utilizan Ozempic, tanto en aquellos con diabetes tipo 2 como en quienes lo utilizan para bajar de peso.
La NOIA-NA es una condición grave que afecta el nervio óptico y puede causar pérdida de visión repentina, generalmente en un ojo.
Control permanente
Se recomienda en el caso del uso de esta droga:
- Control oftalmológico: Es imprescindible que las personas que utilizan Ozempic se realicen exámenes oftalmológicos periódicos, especialmente al inicio del tratamiento y si presentan diabetes.
- Comunicación con el oftalmólogo: Informar al oftalmólogo de cabecera que se está utilizando dicha droga para que pueda realizar un seguimiento adecuado y personalizado.
- Atención a los síntomas: Estar atento a cualquier cambio en la visión, como si está borrosa, hay dificultad para enfocar o una pérdida de visión repentina o dolor ocular. Consultar al oftalmólogo de inmediato si se experimenta alguno de estos síntomas.
En resumen, el Ozempic, si bien es un medicamento prometedor para el control de la diabetes y la obesidad, puede tener implicaciones para la salud visual. Un control oftalmológico adecuado y la comunicación con el médico de cabecera son fundamentales para minimizar los riesgos y garantizar un tratamiento seguro.
(DIB)