Advierten sobre la peligrosa meta de “llegar al verano” con dietas mágicas y restrictivas

“Hay que llegar al verano”, se escucha seguido por estos tiempos. Y en contraposición, la frase que afirma que “las dietas mágicas no sirven”, no pierde vigencia. Los especialistas aseguran que para que un descenso de peso sea saludable se deben bajar entre 500 gramos y un kilo por semana.

Así lo advirtió la médica nutricionista Andrea Miranda, directora médica de la Sociedad Argentina de Estética y Nutrición Integral (Saeni) quien agregó que además, ese tipo de dietas no son balanceadas, variadas ni se ajustan a los gustos, la actividad física o las patologías asociadas de cada persona. Por el contrario, son estándar, restringen uno o varios grupos de alimentos y de ninguna manera enseñan hábitos saludables, por lo que se vuelven imposibles de sostener en el tiempo y producen efecto rebote.

Un plan nutricional, por el contrario, sí tiene en cuenta las particularidades del paciente. De este modo, las nuevas costumbres adquiridas mantienen la salud emocional, mental y física del paciente. En necesario realizar siempre las cuatro comidas diarias principales y las dos colaciones, sin saltearlas ni “picotear” entre horas. Lo ideal sería planificarlas desde el día anterior.

Lo recomendable no es privarse de los gustos, sino incorporarlos con moderación, disfrutándolos y manteniendo una alimentación equilibrada el resto del tiempo.

“Respecto a la calidad, hay que incorporar legumbres, frutas, vegetales y carnes magras que nos van a dar más saciedad y disminuir –aunque no eliminar– las harinas”, explicó la especialista. “También es importante leer las etiquetas de los productos que consumimos y no creer que un producto porque viene en un envase verde no engorda, porque es más liviano, pero sigue sumando calorías”, agregó.

Asimismo, es fundamental diferenciar entre hambre y ansiedad. Elegir lo que consumimos es parte del equilibrio psicoemocional que nos mantiene saludables y los excesos siempre nos llevan a romperlo. Estos desbalances pueden traer como consecuencia el sobrepeso y la obesidad. En general, la tentación aparece con la comida chatarra, aquella que no posee valor nutricional, solo suman calorías, azúcares, sal y grasas saturadas. “Estas desencadenan en nuestro cerebro el deseo de consumir mayor cantidad, son adictivas. Entonces consumos más calorías de las que nuestros cuerpos pueden quemar”, explicó la nutricionista.

La clave está también en realizar actividad física que resulte agradable y dormir bien: caminar al menos 30 minutos por día mejora nuestra actividad cardiovascular, ayuda a mantener el peso corporal, canalizar tensiones y previene y reduce la hipertensión arterial, diabetes tipo 2 o colesterol alto.

El ejercicio aeróbico en general es lo recomendado para perder calorías; por ejemplo caminar, correr o trotar, hacer natación o spinning.

En el mundo, 1900 millones de adultos tienen sobrepeso u obesidad y 41 millones son niños menores de 5 años, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Argentina afecta a 2 de cada 10 adultos y su prevalencia va en aumento. Además somos el segundo país de la región con mayor tasa de obesidad infantil, con un 9,9% de menores de 5 años afectados.

Al respecto, Miranda destacó la importancia de un abordaje integral de esta problemática. “En líneas generales, se toman como determinantes de la obesidad a la dieta y el ejercicio, o se piensa que tiene impacto en un único entorno, sin involucrar trasversalmente a los diferentes actores que intervienen. Por el contrario, considero que debe ser atendida integral y multidisciplinariamente, tanto desde el sector público como privado”.

En este sentido, consideró que más de un 90% de los pacientes con sobrepeso y obesidad presentan falta de inteligencia emocional para controlar la ansiedad, el estrés, la angustia, los miedos, entre otras, que suelen canalizar en la comida. “Esta cuestión resulta primordial para generar nuevas conductas que se sostengan en el largo plazo y lograr el éxito en un tratamiento”, determina.