EL CONTINUO AJUSTE ENERGÉTICO: PRIVATIZACIÓN Y NUEVOS DESPIDOS

torres2Por Marcelo Torres* – El presidente Mauricio Macri permitió por decreto 882/2017, la participación privada, total o parcialmente, en una decena de centrales eléctricas que hasta ahora maneja el Estado; entre ellas, la Central Termoeléctrica Manuel Belgrano, sita en Campana. En una frase se explica esta nueva estafa a los bienes del Estado: “Que con el propósito de racionalizar y tornar más eficiente la gestión pública relacionada con actividades del sector de la energía, limitando la participación del Estado a aquéllas obras y servicios que no puedan ser asumidos adecuadamente por el sector privado”. En este punto, toda comparación con la década del noventa, NO es pura coincidencia.

El alcance del decreto también repercutirá en el sector nuclear. De hecho, transfiere acciones de la empresa DIOXITEK S.A., hasta ahora en poder de la CNEA, al Ministerio de Energía, que pondrá en venta el 51% de su paquete accionario. La empresa provee dióxido de uranio, insumo vital para la fabricación de los combustibles nucleares. Semejante poder, en manos de empresarios privados, abre el camino para la importación del producto como variable de ajuste laboral y subordina, en manos del mercado, la estrategia soberana argentina en la materia.

Con esta decisión, se afianza la desigualdad energética y se pone en riesgo el trabajo, la producción y la distribución de la energía en todas sus variantes.

Es un plan gemelo (ahora expresado en cuentagotas y con palabras amables, sin la brutalidad del menemismo). El ejemplo es la privatización y extranjerización de SEGBA, de YPF, de Gas del Estado entre tantas, que provocaron centenas de miles de despidos, con un mix de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas. Recordar el pasado organiza, y nos provee de certezas: de trabajadores sindicalizados, con pertenencia al lugar de trabajo, con salarios y prestaciones de buena calidad, la clase obrera entonces precarizada abrió parripollos, remiserías, canchas de paddle y videoclubes. Así les fue a esos primeros emprendedores, categoría social y psicológica que ahora reciclan como si fuera la panacea.
* diputado provincial