La reincersión en sociedad de las personas privadas de la libertad cumpliendo condenas por diversos delitos, es el gran desafío para el sistema carcelario argentino. Esta tarea no es facil, es larga, debe ser paciente y en muchos casos -la mayoría- no cumple el cometido, no se logran reincertar al cumplir la condena y volver a la libertad, el compromiso generalmente está para con quienes “mantuvieron” a la familia del preso (compañeros de banda), y hay que devolver el favor, que en la gran mayoría de los casos es volver a delinquir.
Pero no todo está perdido, cada vez más las cárceles tiene programas de trabajo, estudios mientras dura la pena del interno. Tal el caso que muestra con orgullo el Servicio Penitenciario Bonaerense firmó un convenio con la Municipalidad de Quilmes y el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA).
En este caso se muestra que se diseñó un transporte “con el objetivo de que los recicladores del distrito puedan reemplazar sus caballos, en forma gratuita y evitar así, la tracción a sangre”.
En ese marco -relatan- un grupo de 30 internos alojados en la Unidad 42 de Florencio Varela armaron un triciclo tipo carro, a partir de motos secuestradas por la Policía de la Provincia.
El fin es que los recicladores urbanos de Quilmes puedan reemplazar sus caballos, por dichos artefactos, de manera gratuita, por lo que se planifican fabricar, en principio, 20 unidades.
Al respecto el Ministro de Justicia, Gustavo Ferrari puntualizó que “con este tipo de trabajos buscamos fomentar la reinserción social de los internos y evitar el uso de animales en el transporte del reciclado”.
Cabe destacar que los insumos utilizados por los internos provienen de motos secuestradas, cuyos dueños no las retiraron de los depósitos.
