Preocupante e importante a la vez: los cálculos son más frecuentes y la enfermedad renal crónica tiende a agravarse en verano

La hidratación es fundamental para mantener un buen ritmo diurético y un adecuado funcionamiento de los riñones. Con el aumento de las temperaturas en verano, la deshidratación se vuelve más común y, como consecuencia, la pérdida de minerales y sales esenciales provoca un importante impacto en el organismo. A raíz de esa condición, los cálculos renales aparecen con mayor frecuencia y la enfermedad crónica renal empeora en esta época del año.


 

“Los cálculos no se presentan en todas las personas, sino las más predispuestas a sufrirlos, razón por la cual hay que estar hidratado constantemente. De lo contrario, los minerales se acumulan en los túbulos del riñón”, explicó Gabriel Lapman, médico cardiólogo y nefrólogo, agregando que “Más del 10% de la población argentina corre el riesgo de sufrir esta enfermedad por lo menos una vez en la vida”.


Se trata de un dolor muy intenso en la región lumbar, que no cambia con ningún tipo de posición y se desplaza hacia la región inguinal.

El individuo no encuentra posición alguna que lo calme y “muchas veces la opción es recurrir a un baño de inmersión en agua tibia para producir cierto alivio”, dijo el especialista que se desempeña en el Sanatorio Modelo de Caseros.


 

La enfermedad crónica renal es una epidemia silenciosa y muy frecuente en la Argentina: se estima que más de 25.000 personas se encuentran en diálisis en el país, tratamiento al que se recurre cuando los riñones no funcionan.

“Los adultos mayores son los más afectados por esta enfermedad ya que poseen más factores de riesgo, como la hipertensión arterial, diabetes, colesterol alto y obesidad”, señaló Lapman.


BOTELLITA A MANO

La sed, una sensación que muchas personas subestiman, es el primer síntoma de que el cuerpo está deshidratado. Por eso siempre hay que tener a mano una botellita de agua.

Una adecuada hidratación permite al organismo mantener un buen funcionamiento de muchas reacciones químicas internas, el adecuado equilibrio de muchos minerales como el sodio, potasio y calcio, entre otros; es decir, que resulta fundamental para mantener el buen funcionamiento celular y de muchos órganos.