Se trata de una estructura móvil rellena con musgo que brinda los mismos beneficios ambientales que 275 árboles reales y requiere menos mantenimiento. En la búsqueda por resolver uno de los problemas que afecta a las grandes ciudades como es la contaminación, un grupo de diseñadores alemanes creó un árbol artificial. Se trata del City Tree (árbol de la ciudad), una estructura móvil con forma cuadrada y rellena de musgo.
En realidad no es un árbol sino un cultivo de musgo .”Estos cultivos tienen un área de superficie de hojas mucho más grande que cualquier otra planta. Eso significa que pueden retener muchos más contaminantes”, dice Zhengliang Wu, cofundador de Green City Solutions, la empresa que creó el dispositivo.
La cantidad de musgo que se instala en cada árbol puede remover el polvo, el dióxido de nitrógeno y los gases de ozono del aire. Según sus creadores, tiene la capacidad de absorber dióxido de nitrógeno y material particulado del aire como lo harían 275 árboles naturales.
La instalación es autónoma y requiere muy poco mantenimiento: paneles solares proveen electricidad, mientras que el agua de lluvia es recogida en un depósito y luego bombeada al suelo.
Para monitorear el estado del musgo, el dispositivo tienen tiene sensores que miden la humedad, temperatura del suelo y calidad del aire.
“También tenemos sensores de contaminación dentro de cada instalación que ayudan a monitorear la calidad del aire local y nos dicen qué tan eficiente es el árbol”, agregan desde la firma.
Cada City Tree puede absorber cerca de 250 gramos de material particulado por día, contribuyendo a capturar gases de efecto invernadero al remover 240 toneladas métricas de dióxido de carbono anualmente.
El dispositivo, que cuesta alrededor de US$ 28.000, ha recibido una gran aceptación y varias ciudades del mundo, como Oslo, París, Bruselas y Hong Kong lo han incorporado.