El desarrollo costero y el cambio climático aumentan el riesgo de inundaciones, con los daños materiales que conllevan. Una buena gestión y recuperación de los arrecifes de coral supondría un ahorro de cientos de millones de euros en las zonas costeras de todo el mundo, según un nuevo estudio.
Los arrecifes de coral sirven como rompeolas naturales sumergidos que reducen las inundaciones. Son capaces de destruir las olas y disipar su energía, por lo que suponen la primera línea de defensa. Un estudio publicado esta semana en Nature Communications, en el que participa la Universidad de Cantabria, analiza la cantidad de personas y propiedades que encuentran protección en estos hábitats. Además, el trabajo evalúa las consecuencias de su posible desaparición.
Para cuantificar y valorar el ahorro global y los beneficios proporcionados por los arrecifes de coral en todo el mundo, los investigadores han utilizado modelos propios de la ingeniería y los seguros.
El estudio compara las inundaciones actuales con las que podrían ocurrir en las zonas costeras si se perdiese hasta un metro de altura de los arrecifes de coral, pérdidas que ya están sucediendo a escala global.
“Desafortunadamente, hoy por hoy ya se está perdiendo tanto altura como complejidad de los arrecifes profundos del mundo. Por eso somos testigos del incremento de los daños relacionados con inundaciones en muchas costas tropicales”, explica Michael W. Beck, científico marino de The Nature Conservancy y profesor de la Universidad de California en Santa Cruz (EEUU).
“Normalmente, las economías nacionales sólo se evalúan teniendo en cuenta lo que tomamos de la naturaleza. Ahora y por primera vez, también podemos evaluar lo que cada una de estas economías gana anualmente a través del ahorro causado por menores inundaciones gracias a la conservación de los arrecifes”, concluye el experto.
Consecuencias de la pérdida de arrecifes
Si se considera el devastador impacto de las tormentas tropicales en los últimos años, como fueron los huracanes Irma y María y el tifón Haiyan, los efectos podrían haber sido mucho peores de no haber contado con estos hábitats marinos.
Desafortunadamente, los corales tienen que hacer frente a amenazas como el desarrollo costero, la explotación de la arena y los corales, la pesca excesiva y destructiva, las tormentas y el blanqueamiento.
“Los arrecifes de coral son ecosistemas vivos que pueden recuperarse si se gestionan correctamente. Este estudio identifica por qué y dónde buscar la ayuda necesaria para tal restauración”, explica Beck. “Esperamos que esta ciencia conduzca a la acción y una mayor administración de los arrecifes de todo el mundo”.
Fuente: Ecoportal