En la ciudad de los “Buenos Aires” se generan más de 11 kilos de basura electrónica por habitante al año. En el ránking de países más contaminantes por residuos electrónicos, Brasil figura al tope con más de 1500 kilotoneladas (kt), seguido por México con más de 1000 kt. Luego viene Argentina.
Según estimaciones de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, desde su Centro de Investigación Pyme Ciudad Productiva, durante este año se generarán en la ciudad 33.947 toneladas de residuos electrónicos.
En la Ciudad de Buenos Aires se generan más de 11 kilos de basura electrónica por habitante al año según el informe. La cifra significa un incremento de alrededor de un 12 por ciento con respecto a 2017, cuando se generaron 30.175 toneladas de residuos electrónicos, y de algo más de un 30 por ciento con respecto a 2016, cuando se totalizó 25.826 toneladas.
Estadísticas
Actualmente los RAEE representan el 2% de la basura recolectada en Buenos Aires, de los cuales en un 45% se componen de electrodomésticos de línea blanca (heladeras, lavarropas, aire acondicionado), mientras que los componentes de equipos de informática y telecomunicaciones representan el 30% del total. El 25% restante corresponde a reproductores de video, audio y televisores.
De este tipo de desechos, en promedio, el 25% de los componentes son reutilizables y el 72% son materiales reciclables. En ese sentido, el presidente de FECOBA, Fabián Castillo, destacó a Noticias Urbanas que “hoy en la Ciudad contamos con 181 empresas dedicadas al tratamiento de residuos y de reciclado y/o recuperación de residuos, de las cuales 174 son Pymes”.
El desafío
Existen 181 empresas dedicadas a la recuperación de residuos, en el sector ven a esas cifras como una oportunidad de “generar valor agregado”, para aminorar el costo de la renovación de equipos cuyo costo de reposición es muy alto en muchos casos.
“Vemos que las Pymes encuadradas en estas actividades tienen un desafío frente a este problema, pero a su vez, es una gran oportunidad para generar valor agregado ya que el grado de renovación o reemplazo de los equipos electrónicos es muy alto por las constantes innovaciones y la limitada vida útil de estos equipos”, explicó Castillo.
Fuente: Ecoportal.net