Centro de Estimulación Temprana: la inclusión desde la llegada a la vida misma, es la pasión desde hace un cuarto de siglo

El pasado 9 de septiembre el CEAT cumplió su primer cuarto siglo de vida. Visitamos el lugar, nos recibieron para mostrarnos la tarea que desarrollan con amor y pasión. Su directora Nancy Beatriz Barreto, define las voluntades que hicieron y hacen posible la trascendente labor de “incluir desde el nacimiento mismo”.

La licenciada Vilma Molina, tuvo la responsabilidad de fundar y ser la primera directora en 1993, desde entonces el CEAT (Centro de Atención Temprana) es una institución abocada a “atender niños de 0 a 3 años, con un abordaje de atención centrado en la familia en un marco de inclusión” nos dice Barreto que toma la historia sobre sus hombros y junto a su equipo de 25 profesionales viven este tiempo que define como “un momento muy importante porque este lugar surge a partir de muchas voluntades que hicieron posible el trabajo enfocado a la primera infancia; brindamos atención gratuita en el distrito y dependemos de la Dirección General de Cultura y Educación, apoyando y realizando acciones que habiliten el desarrollo del niño, siendo atendidos por un equipo transdisciplinario (fonoaudiólogos, asistente educacional, asistente social, profesoras en atención temprana y terapista ocupacional)” -explicó a EL DEBATE.

La sede inaugural y actual de ésta magnífica obra es en el Hospital Zonal Virgen del Carmen, ahí es donde inició la institución a partir de un acuerdo entre educación y salud y allí “llegan los chicos necesitados junto a sus familias angustiadas, a veces por derivación del pediatra y otras por voluntad familiar, y también acercándose en forma espontánea si ven situaciones preocupantes con respecto a la crianza o necesidades del niño”.

Luego, además se transita -explica Nancy- un período de admisión y se evalúa sobre si continúan en el servicio o requieren alguna otra orientación.


Cada chico tiene su propuesta pedagógica individual, que siempre va a tender a habilitar posibilidades para un desarrollo lo más sano posible, y disminuir barreras ya desde edad temprana, y los resultados son muy satisfactorios cuando se atienden las necesidades de apoyo”.


NADIE QUEDA FUERA

“Tenemos -desarrolla- muchos proyectos en conjunto con distintos organismos del distrito garantizando la trayectoria escolar en sala de 3; ningún niño queda afuera del sistema, logrando fortalecer su continuidad. Sin dudas estamos muy orgullosos y emocionados, siendo este un momento donde se ponen en juego recuerdos y gratitud”, subrayó Nancy.

¿Qué servicios se prestan hoy?


“El principal es atender a las necesidades educativas especiales en primera infancia; abordando al niño y sus familias. Tenemos proyectos en conjunto con los jardines del distrito, hay alumnos nuestros que están allí. Si uno atiende tempranamente, ayuda más porque en los primeros años de vida es cuando ellos construyen sus aprendizajes, y se logran revertir determinadas situaciones” -concluyó.


 

“Los más beneficiados son los chicos y padres: cada niño se nos presenta con toda la riqueza y potencial, ahí está el saber nuestro como docentes en poder descubrir, detectar las potencialidades y desarrollarlas al máximo para que pueda estar incluido en la sociedad. Se atiende en Bernardo de Irigoyen y Alem, siendo un anexo a la sede central (Hospital), también en los Centros de Atención Primaria (Fonavi, COVEPAM, Hospital Intermedio Aurelio Aleotti de Lima, CEPAM Barrio Matadero y la Unidad Sanitaria de Villa Negri)”.