A pesar de ser una de las tecnologías que se va a posicionar como sistema de votación, aún está lejos de demostrar su potencial.
Para ponerlo en palabras sencillas, el Blockchain es como un “libro” en el que cada página está vinculada a la anterior y no a un “lomo o soporte”. Así mismo, la tecnología Blockchain tiene un alto nivel de seguridad a pesar de que no haya un solo “editor” o alguien controle la información.
Este se debe a que nadie puede producir una hoja dañada o impedir que se registre una transacción debido a que el sistema se autovalida a medida que se producen más hojas.
Esta tecnología permite, por ejemplo, el almacenamiento distribuido de archivos en “la nube”, gestión de identidades digitales y bases de datos, registro y verificación de datos, libros de contabilidad electrónicos, ejecución automática de contratos inteligentes (smart contracts), seguimiento de la cadena de suministro, sistemas de seguridad automatizados o economía colaborativa, el voto electrónico y muchas más aplicaciones en el corto plazo.
Igualmente en Latinoamérica, específicamente Colombia, Democracy Earth lanzó la plataforma de votación digital impulsada por Blockchain, junto con varias organizaciones civiles para permitir que los colombianos en el extranjero emitan votos simbólicos a través de la plataforma.
Este Plebiscito Digital ha planteado preguntas interesantes para los gobiernos sobre futuras intervenciones de esta tecnología en procesos electorales, lo que podría potencialmente conducir a nuevas formas de garantizar procesos electorales electrónicos.
Fuente: El Mejor Trato