Las nubes reflejan mucha radiación solar y su desaparición supondría un calentamiento desorbitado de la Tierra.
Además, durante las noches actúan como una tapadera para retener la radiación infrarroja que sale de la tierra, por lo que si no las tuviéramos, la Tierra se enfriaría demasiado y muchas zonas no serían habitables.
Precipitaciones
Las nubes tienen un papel fundamental en el ciclo del agua para que tengan lugar las precipitaciones en forma de lluvia y nieve. La ausencia de nubes supondría la desaparición de una gran cantidad de agua que llega a través de ellas, y por lo tanto, la existencia de vida humana en la Tierra sería prácticamente imposible.
Lugares habitables
Los sistemas de nubes ayudan a distribuir la energía solar sobre la superficie de manera equilibrada. De esta manera, durante las tormentas las nubes transportan la energía desde las zonas más calientes del planeta hacia las zonas más frías. Sin nubes esta distribución de energía no sería tan eficaz y muchos lugares de la Tierra no podrían ser habitables por personas u otros seres vivos debido a sus extremas temperaturas.
Científicos de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) han demostrado en un estudio una tendencia general a la disminución de la altura de las nubes. Esta bajada de la altura podría permitir a la Tierra enfriarse de manera más eficiente y ralentizar de manera gradual los efectos del calentamiento global.
Las nubes tienen un papel fundamental en el clima, el tiempo y la existencia de vida humana en la Tierra: su desaparición supondría graves problemas para el planeta.
Fuente: La Opinión (España)