
Investigadores del Reino Unido desarrollaron un pequeño sensor, colocado en el lomo de estas aves: esto podría generar controversias con los proteccionistas.
Según el medio internacional Gizmodo, la práctica consiste en ponerles el chip y de esta manera recolectar información sobre las variaciones en temperatura, humedad y viento de cada zona en las ciudades grandes, así como la ubicación (GPS) y presión de aire.
Rick Thomas, científico que lidera el proyecto, explicó que este tipo de aves podrían ayudar a combatir la contaminación del aire y el cambio climático.
El estudio ya está en marcha: desde el proyecto trabajan con voluntarios locales que crían palomas mensajeras, una variedad de ave que fue criada de forma selectiva por su habilidad de volver a casa. Una vez que salen con el chip y vuelven, se los extraen y descargan los datos.
A la hora de diseñar los sensores, el equipo siguió orientaciones generales estrictas para asegurarse de no causar daño a las palomas.
En el futuro, Thomas espera poder desarrollar un sensor con energía autosuficiente, lo cual le permitiría usar pájaros salvajes. Añadir paneles solares podría causar que la mochila sea demasiado pesada para una paloma pequeña, así que está pensando en usar gaviotas.
Fuente: Clarín









