
Una ola de calor marino que tuvo lugar en 2011 en la bahía australiana de Shark ha afectado a estos mamíferos: su población se ha visto mermada un 12%.
Los científicos advierten que cada vez son más frecuentes e intensas las olas de calor marinas, aquellas que tienen lugar cuando la temperatura del agua de la superficie se sitúa por encima de la media habitual durante cinco días consecutivos. Estas olas de calor son peligrosas para la vida de los seres que habitan los océanos, incluidos los delfines.
Una de ellas, que tuvo lugar a principios de 2011 y provocó que la temperatura del agua se mantuviera más de cuatro grados por encima del promedio anual, ha tenido impactos muy negativos en la población de delfines de la bahía Shark (Australia).
Investigadores de la Universidad de Zúrich han detectado que esa ola de calor australiana causó una pérdida masiva de pastos marinos, esencial para el ecosistema en esta zona costera.
Según apunta una de las autoras del estudio, Sonja Wild, de la Universidad de Leeds, “el alcance de la influencia negativa de la ola de calor les ha sorprendido”. “Es especialmente inusual que el éxito reproductivo de las hembras no haya vuelto a los niveles normales incluso habiendo transcurrido ya seis años”, subraya.
Pese a que existen diversas explicaciones para este fenómeno, como por ejemplo el abandono de crías, incremento de la mortalidad de los recién nacidos, retraso de la madurez sexual o una combinación de todos, los investigadores aún no han sido capaces de estudiarlos en detalle.
Con este estudio, los expertos han mostrado por primera vez que las olas de calor marino no afectan únicamente a los organismos más elementales de la cadena alimentaria, sino que repercuten negativamente y a largo plazo en la vida de animales superiores.
Fuente: Muy Interesante








