Fortunas francesas hacen donaciones para sufragar gastos de restauración de la catedral de Notre Dame

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha propuesta “una conferencia internacional de donantes” mientras fortunas francesas han comenzado a hacer sus aportaciones.

Mientras los bomberos se afanan en impedir que se reaviven los “focos residuales” que puedan continuar activos, pese a que el incendio en la catedral de Notre Dame que se desató ayer ha sido ya controlado; comienza a pensarse cómo sufragar los gastos de la restauración de esta joya de la arquitectura gótica.

Con esta iniciativa, la primera edil de la capital francesa pretende reunir a “expertos” para “poder recabar fondos” para reconstruir este símbolo del patrimonio arquitectónico francés y europeo. Además, la Alcaldía de París ha desbloqueado 50 millones de euros. Por su parte, la Isla de Francia (región que rodea la capital) desembolsará 10 millones de euros.


Las familias Arnault, propietaria del grupo de lujo LVMH, y Pinault, dueño de Kering, han anunciado donaciones de 200 y 100 millones de euros respectivamente para reconstruir la catedral.


“La familia Arnault y el grupo LVMH, solidarios con esta tragedia nacional, se asocian a la reconstrucción de esta extraordinaria catedral, símbolo de Francia, de su patrimonio y su unidad”, afirman.

El grupo LVMH -que controla 70 marcas como Louis Vuitton, Christian Dior, Sephora o el champagne Dom Perignon- indica asimismo que pone “a disposición del Estado y de las instancias concernidas todos sus equipos creativos, arquitectónicos y financieros para ayudar en el largo trabajo de reconstrucción y de la colecta de fondos”.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo por su parte que “el lunes fue un día terrible para quienes aman Francia y París”, una ciudad que “no es neutra, sino un lugar del que nos enamoramos una y otra vez”.

 

 

 

El incendio ocurrido “no es sólo una tragedia arquitectónica”, dijo el presidente de la CE, sino que “afecta a la vida de los franceses y duele profundamente”.

Fuente: El Mundo (España)