El concepto teórico de túnel en el espacio-tiempo, o agujero de gusano, muy divulgado en la ciencia-ficción, consiste en un conducto que permite viajar entre dos puntos distantes del cosmos. Las conclusiones de una nueva y provocadora investigación plantean ahora que nuestra galaxia podría poseer un túnel de esta clase.
Combinando el mapa de la materia oscura en la Vía Láctea con el modelo más reciente del Big Bang (la “explosión” con la que según todos los indicios se formó el universo), y asumiendo que sea cierta la hipótesis de la existencia de túneles espacio-temporales, el equipo internacional del astrofísico Paolo Salucci, de la Escuela Internacional de Estudios Avanzados (SISSA) en Trieste, Italia, considera que sería plausible que nuestra galaxia albergase un túnel de este tipo, que podría tener el tamaño de la propia galaxia.
Aunque los túneles en el espacio-tiempo (llamados también Puentes de Einstein-Penrose) han alcanzado popularidad entre el público mayormente gracias a la ciencia-ficción, han sido objeto del trabajo de los astrofísicos durante muchos años.
“Lo que intentamos hacer en nuestro estudio fue resolver la misma ecuación en la que la astrofísica ‘Murph’ estaba trabajando en la película antedicha”, señala Salucci.
Como expresa Salucci, los científicos han intentado desde hace mucho tiempo explicar la naturaleza de la materia oscura mediante la hipótesis de la existencia de una clase de partícula que sería muy abundante en el universo pero que nunca ha sido identificada en instalaciones teóricamente capaces de hacerlo, como las del CERN (Laboratorio Europeo para la Física de Partículas), ni observada de forma directa en el universo.
Fuente: Noticias de la Ciencia