En la jornada del jueves 9, los obispos argentinos pertenecientes a la región Buenos Aires visitaron la Congregación para el Culto Divino, la Congregación para la Causa de los Santos y la Secretaria para la Comunicación. Por la tarde, mantuvieron un encuentro en la Congregación para la Vida Consagrada.
Al finalizar la reunión en la Congregación para la Vida Consagrada, Monseñor Gabriel Barba, Obispo de Laferrere y Presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social, compartió:
“En la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica hemos tenido una reunión muy fructífera y dinámica. Allí compartimos la problemática que nos ‘toca de cerca’ en nuestras Diócesis, con mayor o menor influencia según la Vida Religiosa que está presente”.
“Queremos agradecer a las autoridades de la Congregación, quienes nos han contestado nuestra gran cantidad de preguntas”.
“De la misma manera, observamos una Congregación muy en sintonía con el espíritu del Santo Padre Francisco, con un diálogo sumamente abierto, con un marcado compromiso y con una vitalidad de los carismas y Vida Consagrada que sin duda nos llenan de vida a toda la Iglesia; particularmente en nuestras Diócesis donde están insertas estas ricas comunidades”.
“Estamos muy contentos, con un gran material de trabajo que indudablemente nos va a permitir caminar y acompañar de una manera más adecuada”.
Misa y Encuentro con el Santo Padre, Papa Francisco
La jornada inició con la peregrinación de los obispos a la Basílica de San Pedro donde juntos celebraron Misa frente a la Tumba del Apóstol. Presidio Monseñor Oscar Ojea, Obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. Concelebraron la totalidad de los obispos pertenecientes al segundo grupo.
Participó de la Misa el Sr. Embajador de la Argentina ante la Santa Sede, Dr. Rogelio Pfirter.
Mediante su homilía, Monseñor Ojea compartió: “Queridos hermanos, en esta visita tan fecunda que estamos haciendo ante las tumbas de los santos apóstoles, columnas de la Iglesia, nos encontramos esta mañana junto a San Pedro. El texto del Evangelio nos presenta la profesión de fe. Nosotros deseamos sumergirnos en esa fe que Él profesa con arrojo en nombre de todos, la fe de la Iglesia. Buscamos apoyarnos en esa roca firme que es el eje fundamental de nuestra vida y de nuestro Ministerio Episcopal. Necesitamos ser confirmados en la fe que nos ha hecho apóstoles; primero celebrando la Eucaristía, sacramento de nuestra fe, y luego a través de la visita al sucesor de Pedro para ser confirmados en nuestra misión apostólica”.
“En muchos momentos de nuestra vida nos hemos sentido identificados con este Pedro que confiesa la fe con el Pedro espontaneo y apasionado, enamorado y sincero. Sin embargo la Pascua de Jesús va a hacer que salgan a la luz los límites de Pedro; su miseria, su negación y su cobardía”.
“Pedro y su comunidad como lo señalara magníficamente el Papa Francisco en Chile, en su mensaje a los consagrados. Pedro y su comunidad van a vivir horas de abatimiento, de tribulación, de oscuridades y de enormes desafíos. La muerte de Jesús puso en evidencia un montón de conflictos en el corazón de los Apóstoles; lejos de apagarlos, caerán en la tentación de quedarse rumiando la desolación y abiertos a la desesperanza. Sin embargo para Pedro, el recuerdo de la mirada de Jesús posada sobre la suya, en el vértice mismo de su pecado, porque su mirada se posó en el instante mismo del pecado de Pedro, esa mirada irá trabajando lentamente en su corazón, la experiencia de la misericordia y de este modo conocerá de verdad al que creía conocer en su primera confesión y al que negará después diciendo ‘Yo no lo conozco’; en realidad no lo conocía. No conocía la misericordia de Dios y así con ese trabajo interior, profundo de dejar penetrar esa mirada y recibir la misericordia del corazón de Jesús, recién entonces pudo responder a la triple demanda de amor que recibe de su Señor”.
Luego de la Misa, los Obispos argentinos, integrantes del segundo grupo, en el marco de la visita Ad Limina Apostolorum fueron recibidos por el Santo Padre en Audiencia en el Palacio Apostólico. Monseñor Oscar Ojea ha entregado a Su Santidad un fraterno mensaje en nombre de todos los prelados.
Los obispos manifestaron que el encuentro se desarrolló en una profunda actitud fraterna con un diálogo propuesto por el Santo Padre donde se destacó cercanía. El Papa Francisco en primer lugar les manifestó que lo más importante es predicar el Evangelio; eje central de todo el encuentro. Predicar el Evangelio, acompañar a la gente, a los niños, a los jóvenes y a los más necesitados particularmente. Asimismo, Francisco los invitó a cuidar a los sacerdotes y en especial a ser hombres de oración. La primera “actividad” que tiene un Obispo es la oración.
Los obispos le han transmitido al Santo Padre la realidad de sus Diócesis. Dialogaron muy especialmente el significado de “seguir trabajando para una cultura del encuentro en nuestro país”. De la misma manera, los convocó a continuar desarrollando y trabajando sobre la cuestión ecológica, gran problemática mundial, por lo que instó a los Obispos a observar los avances muy de cerca.
Encuentro junto al Santo Padre, Papa Francisco
Compartimos declaraciones de Monseñor Gabriel Barba, Obispo de Laferrere y presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social, quien en diálogo con la Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal Argentina compartió:
“Ha sido un encuentro muy rico. Hemos visto un Papa verdaderamente joven pese a su edad, audaz, vital, actualizado, atento, inteligente y muy feliz de compartir junto a nosotros; este encuentro que se extendió por un tiempo mayor a las dos horas.”
“Han sido muy claras las consignas que nos ha pedido, que nos ha dejado. Nos ha pedido que la evangelización sea el tema fundamental de nuestra vida y que lo hagamos con alegría, con un espíritu abierto, atentos a las necesidades de la gente.”
“Nos alentó a los Obispos a ser hombres de oración y de anuncio. Ese es el lugar de los Obispos. Estando cercanos con los curas y luego organizar las tareas. Instó a que los niños deben ser protagonistas en la Iglesia.”
“Conversamos con gran énfasis la cuestión de las vocaciones sacerdotales. De igual modo dialogamos sobre la importancia de acompañar a los matrimonios, no sólo en el momento pre nupcial, sino especialmente en su camino de vida familiar. Asimismo, expresamos al Santo Padre nuestro reporte sobre cómo nos hemos sentido recibidos por las Congregaciones y Dicasterios; profundizando aspectos sobre cada una de las reuniones mantenidas, destacando en voz de los Obispos de mayor experiencia episcopal, la notable percepción sobre una curia romana con un espíritu renovado.”
“Francisco nos convocó a trabajar en la sinodalidad, entendiendo que no es sólo un reestructurar y reorganizarnos para que todo continúe igual, sino en el sentido de escuchar la voz del espíritu en este caminar junto a las comunidades. Es allí donde surgen cuestiones verdaderamente nuevas. Debemos dejarnos guiar por el espíritu.”
“Respecto a la problemática de los abusos, el Santo Padre, nos promueve a ‘dar la cara’, enfrentando estos temas de una manera valiente, reconociendo que la Iglesia en estos últimos años ha madurado en el procedimiento sobre el cómo encarar estas cuestiones.”
”Sobre la realidad de nuestro querido país, hemos dialogado junto al Papa Francisco sobre las vivencias de nuestros pueblos, abordando aspectos de la crisis y muy especialmente la pobreza. El Papa nos ha pedido estar cerca de los pobres, ese es nuestro lugar como Obispos, también la cercanía para con los más necesitados.”
“Citando a San Juan Pablo II, hemos conversado sobre aspectos de la ´economía social de mercado´, enfatizando la necesidad de seguir los lineamientos marcados. Aquí, el Papa Francisco ha mencionado el ejemplo del laico Enrique Shaw, empresario argentino de origen francés, cuya causa de canonización se encuentra abierta en franco avance. Mediante este buen ejemplo dialogamos sobre como la economía puede tener un rol social en las comunidades y no solamente con fríos parámetros económicos.”
“En cuanto a la realidad global; compartimos la preocupación del Santo Padre por el medio ambiente, destacando la problemática básica sobre la sobrevivencia de la humanidad. De igual manera, abordamos aspectos del calentamiento global, la baja en los niveles del oxigeno, el tratamiento del hombre para con el agua, la contaminación ambiental y de los mares. Hay aquí una marcada preocupación del Santo Padre por nuestro planeta tierra.”
“Finalmente, un gran e importante reconocimiento al Papa Benedicto XVI, como un hombre de la Iglesia que ha enfrentado valientemente las dificultades de esta.”
“Nos ha agradecido la visita habida cuenta de su relación para quien hemos sido sus hermanos en la Iglesia Argentina; recibiendo su bendición apostólica; la que hemos recibido con gran valoración y sentimiento de profunda alegría y fraternidad.”
Celebración de la Misa en la Basílica Papal Santa María Mayor
Este sábado, los obispos han comenzado la última jornada de la visita Ad Limina Apostolorum, de este segundo grupo, con la celebración presidida por Monseñor Jorge Vázquez, Obispo de Morón, en la Basílica Papal Santa María Mayor.
Concluída la Eucaristía, los Obispos visitaron la Secretaria de Estado de la Santa Sede, donde fueron recibidos por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede y la Pontificia Comisión para América Latina, donde fueron recibidos por el Secretario Monseñor Humberto González Franco. En los distintos organismos han mantenido reuniones muy profundas con una destacada riqueza e intercambio pastoral.
Compartimos la Homilía proclamada por Monseñor Vázquez: “Queridos hermanos, al culminar nuestra visita Ad Limina, venimos al Santuario más antiguo de Occidente dedicado a la Virgen Madre de Dios, esta Basílica de Santa María la Mayor donde también se venera la imagen como icono a la Virgen como a los Santos Apóstoles romanos. Esta aquí desde el año 590. La tradición dice que lo pintó San Lucas. Acá viene el Papa Francisco luego de cada uno de sus viajes apostólicos a depositarle su ofrenda floral a la Virgen.”
“Hoy venimos a encontrarnos con ella, aunque en realidad nos estuvo acompañando todos estos días, en especial, cuando la celebramos el pasado 8 de mayo en la Solemnidad de Nuestra Señora de Luján”.
“Los Apóstoles luego de la ascensión se reunieron con María, madre de Jesús, y sus hermanos e íntimamente, unidos en la pasión, esperaban al Espíritu Santo. Antes de recordar las Iglesias particulares, luego de haber visitado la tumba de los apóstoles Pedro y Pablo y de habernos encontrado con Pedro, nosotros, sucesores de los apóstoles, necesitamos encontrarnos con ella y experimentar su ternura, su calor materno y la fuerza de su oración. Estamos unidos a ella en la oración. Nos hacemos parte de su canto, su alabanza y su alegría. Mi alma canta a la grandeza del Señor y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, su salvador porque ha mirado la Virgen y ella a su servidor”.
“Hacemos nuestro su magníficat para agradecer lo vivido en estos días de gracia; hemos caminado juntos con fraternidad y colegialidad unidos como hermanos”
“El encuentro con Francisco no sólo nos confirmó los principios de nuestra fe, sino que también nos hizo sentir más hermanos. Muchas de las experiencias de estos días nos han llenado de asombro ante la Virgen, la humilde servidora que experimenta la grandeza de un Dios que es misericordia, que ve nuevas heridas en los pobres.”
“Nosotros también nos sentimos pobres, pequeños y frágiles ante la grandeza del Señor que nos encomienda ser sucesores de los Apóstoles, pero confiamos porque el Señor ha mirado nuestra pequeñeces y desde allí nos eleva y nos elige. Tomamos palabras de Pablo, su experiencia como apóstol en medio de luchas, desafíos y pruebas ´cuando soy débil, entonces soy fuerte y mi poder es el Señor´. Triunfa la alegría, en definitiva la fuerza y el poder de la Cruz. Esto puede ayudarnos a comprender que la evangelización se vale, sobre todo, de los más pobres. Nos lleva también a caminar por una Iglesia pobre y para los pobres.”
“Le pedimos a la Virgen que nos comparta su virtud, que es la alegría de Jesús, la alegría del Evangelio, es la alegría de la vida. El Cardenal Pironio, contemplando este misterio la invoca como Nuestra Señora Madre los pobres y los humildes, Nuestra Señora del milagro.”
“Como sucesores de los apóstoles somos testigos del resucitado, llamados a compartir la alegría de Jesús resucitado. Nuestra alegría es la de Jesús y como la alegría se contagia es de por sí evangelizadora.”
“Volvemos a nuestra tierra con todo entusiasmo, dispuestos a asumir el desafío en una nueva etapa de la evangelización marcada por la Biblia y a profundizar la paz, dispuestos también a cuidar y acompañar la fe y esperanza de nuestro pueblo que valora el espíritu de la fe.”
“Dispuestos, también, a ser artífices de comunión y constructores de puentes en el seno de la sociedad como hombres de paz y reconciliación, especialistas de la escucha y el diálogo, tanto hacia adentro como hacia afuera de la Iglesia. Tal vez haya que poner atención especial en la escucha y acompañamiento de los jóvenes.”
Finalmente, destacó la indicaciones de vida de Francisco: ‘sean hombres de oración, hombres que anuncien el Evangelio, especialmente cercanos a los sacerdotes, recordando que lo más próximo al Obispo es el sacerdote´. Pablo VI, en conferencia en Medellín expresó a los Obispos: ´Amen cada vez más a sus sacerdotes y dedíquenle el tiempo que sea necesario”.
“Que María, estrella de la nueva evangelización, nos bendiga, nos inspire y nos acompañe”.
Fuente: Obispado de Zárate-Campana