En la búsqueda por reducir los auriculares a su mínima exposición, la nueva frontera de calidad la establecen los llamados Verdaderos Auriculares Inalámbricos (True Wireless Stereo o TWS) que, a diferencia de aquellos unidos por un soporte plástico, carecen por completo de un cable que vincule los dos canales entre sí.
Por la gran libertad de movimientos que brindan, son ideales para hacer deportes o utilizar en viajes.
La condición para ingresar en la categoría TWS es que los auriculares sean del tipo in-ear (intraurales) que son los que se calzan a presión en el oído utilizando un molde de caucho que aísla el ruido exterior.
A diferencia de los Bluetooth de una sola pieza, que reciben la señal simultáneamente ya que están conectados por cable, los TWS designan un canal como el receptor principal y el otro se convierte en el secundario.
Una de sus particularidades es que están divididos en dos partes: el juego de auriculares y un estuche que sirve como cargador. Esta caja pequeña con apertura magnética, que hace las veces de funda, incluye un puerto de carga USB y una luz LED para monitorear el nivel de energía.
Al ser inalámbricos, estos auriculares dependen de la autonomía que suministre la batería. En este sentido, los más pequeños tendrán un menor espacio para almacenar energía. En promedio, una carga de dos horas permitiría entre 3 y 6 horas de escucha, cifra que podría variar en función del uso y el volumen.
Algunos tienen un modo de carga rápida: para aprovecharlo habrá que acoplar el estuche sólo a un tomacorriente. Cuando uno encastre los auriculares en el receptor, se activa el abastecimiento de energía y al retirarlos, se corta automáticamente.
Fuente: Clarín