DIS+Adaptaciones, uno de los nuevos emprendimientos incubados en la UNC, que desarrolla tecnologías asistivas para acceso a la PC y adaptaciones de herramientas para la vida cotidiana, acaba de ganar una licitación para proveer 120 pulsadores adaptados a escuelas especiales de la Ciudad de Buenos Aires.
Su fundador, el Ingeniero Biomédico Gonzalo Nanzer, llevaba dos años brindando servicios profesionales a terapistas y personas con discapacidades motrices, desarrollando algunas herramientas para facilitar su vida cotidiana.
Con el tiempo, fue incorporando más herramientas, y formalizando la idea de armar un emprendimiento. Finalmente, reconociendo el potencial de su propuesta, sumó dos socios (Alejandro Cragnolini, programador y Florencia Argüello, comunicadora social) y se postuló para ingresar a la Incubadora de Empresas UNC. Un año antes, había ganado en UNC Innova (el concurso de ideas innovadoras de la Universidad Nacional de Córdoba) en la categoría producto innovador.
La visión que tienen como emprendedores es apostar a diseños personalizables, a través de la impresión 3D, herramientas para diferentes diagnósticos con diferentes usos, y venderlos a bajo costo. Dis+Adaptaciones se enfoca en dos líneas de trabajo: una es la del desarrollo de tecnología asistiva, para acceso a la pc, y otra, la de herramientas adaptadas para la vida cotidiana.
En la línea de tecnología asistiva, tienen un kit de productos que le permiten a las personas con dificultades motrices severas, comunicarse a través de la computadora. En esta línea desarrollan pulsadores configurables (para adaptarlo a pulsadores derecho, izquierdo o centrales) y mouse que se acciona con botones en vez de desplazarlo por la pantalla.
En cuanto a las herramientas adaptadas para la vida cotidiana, diseñan instrumentos para personas con diferentes diagnósticos para hacer distintas cosas: utensilios para comer, cepillos de dientes, alimentación e higiene menor, para lesionados medulares. Para personas con hemiplejía, diseñaron un set de herramientas para cocinar. Además cuentan con otro tipo de adaptaciones universales, por ejemplo, llaves y lapiceras con peso, para reducir temblores.
“Son productos individuales que resuelven situaciones distintas, pero hasta ahora no había quien las produjese”, destaca Nanzer.
Es un pulsador que se adapta para diferentes discapacidades motrices: tiene la posibilidad de fijarse en distintas partes del cuerpo, para que se accione con la cabeza, el codo, el pie o la pera. Además tiene una rosca, para ponerle un brazo articulado, para que la persona que está en la silla de ruedas, pueda hacer una acción con un mínimo resto voluntario de movimiento: ya sea para escribir, mover dibujos.
Fuente: Cba24n//Universidad Nacional de Córdoba