El proyecto, a cargo de Guillermo Catuogno, investigador del CONICET, mejorará la calidad de vida de la comunidad educativa del Paraje Puertas del Sol, actualmente aislada de la red eléctrica.
La escuela rural “Maestra Florentina Carreño” está ubicada en el Paraje Puertas del Sol, designado lugar inhóspito, entre las localidades San Martín y El Zapallar, provincia de San Luis. Para llegar hasta allí hay que recorrer 20km de muy difícil acceso. Por ejemplo, si llueve el río crece y es imposible cruzarlo, los caminos son empedrados y empinados. Ello, entre otros factores, hace que sus habitantes estén completamente aislados y sin recursos materiales para llevar adelante sus vidas.
Hasta allí fue Guillermo Catuogno, investigador asistente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el en el Instituto de Investigaciones en Tecnología Química (INTEQUI-CONICET) junto a un equipo del Laboratorio de Control Automático (LCA-FICA-UNSL) compuesto por docentes, Luis Torres y Gastón Frías, becarios del CONICET y alumnos de Ingeniería, y de la ONG 500RPM de Buenos Aires, para instalar un sistema eólico-solar.
“La importancia de este proyecto es haber podido desarrollar un prototipo hibrido eólico- solar, que mejora la autonomía del sistema y entrega un servicio eléctrico y de Internet continuo que brindará una mejor calidad de vida a los habitantes de la región. También es importante destacar el compromiso social que han tenido los estudiantes de ingeniería que participaron del proyecto, motivados por una buena causa, realizando gran parte de los trabajos del sistema”, explica.
Por su parte Fernanda Jamenson, docente de la escuela rural, expresa: “El cambio abarca algo muy fuerte y posee una gran connotación y es la inclusión de estos sectores que no han tenido acceso en su vida a una comunicación fluida e igualitaria con el resto de la sociedad. De este modo, más allá de los percances climáticos podrán acceder a comunicarse y ser parte de este mundo globalizado”.
Con este nuevo equipo, la escuela dejará de utilizar el grupo electrógeno, que sólo funciona de 2 a 4 horas al día y no logra abastecer el consumo general del establecimiento. En la escuela hay 10 computadoras que ahora podrán funcionar a pleno con heladera, proyector, impresora, equipo de música, pantalla smart, bomba de agua, teléfono e iluminación.
El mantenimiento del sistema estará a cargo de docentes y estudiantes de la Escuela Técnica Nº 31 Profesor Víctor Saá, que se sumaron en las etapas finales del proyecto, donde realizaron el Curso Teórico-Práctico dictado en San Luis.
Dicha instalación fue financiada por el proyecto “Agregando Valor 2017″, de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU), con la colaboración de la empresa Enertronics.Ar, el Ministerio del Campo de la Provincia de San Luis y de la Escuela Técnica Nº 31 Profesor Víctor Saá, de la localidad de Quinés diseñado y ejecutado en conjunto entre el LCA-FICA-UNSL y la ONG 500RPM.
Fuente: CONICET