SOLIDARIDAD: Ovacionan a los padres de una niña que donó sus órganos durante un recital de La Beriso en Rosario

Los padres de Antonella Trivissono subieron al escenario para promover la donación y recibieron el homenaje del público, una niña que hace dos décadas se convirtió en donante de órganos tras morir en un trágico accidente, fueron ovacionados anoche por el público de La Beriso en Rosario al subir al escenario para pedir a todos que dejen expresada su voluntad de ser donantes.

“Este año se cumplen 20 años de la muerte de Antonella y donamos sus órganos por como vivió y no por cómo murió. Estamos acostumbrados a dar lo que nos sobra, lo que no nos gusta, lo que nos queda chico: hay que empezar a dar lo mejor de nosotros que fue lo que hizo Antonella”, dijo Silvia Trivissono tras ser invitada a subir al escenario por el líder de la banda, Rolando Sartorio.

“La donación tiene que ver con la vida y no con la muerte: doná tu tiempo, tu abrazo y tu beso al que tenés al lado. Y si algún día, cuando te vayas de este mundo, podés donar tus órganos, hacelo”, agregó su esposo, Alejandro, desde el escenario del Metropolitano.

“Y homenajeá a los que hicieron de su vida una donación. Si conocés a una familia donante, abrazalos y besalos y en ellos a todos los que hacen de su vida una donación”, dijo dando lugar a un prolongado y cerrado aplauso.

Ambos vestían la camiseta naranja con la leyenda “Yo también soy donante” con la que desde hace dos décadas vienen realizando diferentes actividades de concientización, y que también le entregaron al líder de la banda que a continuación les dedicó la canción que comienza diciendo “Cómo olvidarme de aquel día/quedaste en silencio, quedaste sin vida/Un beso te di, no sé si lo sentiste/Una lágrima mía quedó en tu mejilla”.

En diálogo con Télam, Silvia recordó que por la Ley Justina “todos somos donantes a menos que digamos lo contrario” pero “si yo no ejerzo mi derecho a decidir qué quiero que hagan con mis órganos en el momento que muera y lo dejo por escrito”, expongo a mi familia “a la incertidumbre” de no saber cuál era el deseo de su ser querido al momento de la ablación.

“Por eso la donación no sólo salva a otros, sino a mi propia familia”, concluyó.

Antonella Trivisono falleció el 29 de agosto de 1999, cuando un vehículo que cruzó con el semáforo en rojo impactó violentamente contra el rodado en el que se trasladaban Silvia y tres de sus cuatro hijos.