Netflix se encuentra en un momento decisivo con los movimientos a seguir luego de analizar los distintos ejes empresariales en tiempos de pandemia. Tal es así, que ha comenzado con algún cambio de política,  como la que los usuarios de la plataforma que lleven más de un año sin ver contenidos en la plataforma deberán confirmar a la compañía si desean seguir siendo miembros para evitar que su suscripción sea cancelada.

La empresa empezará a enviar notificaciones a través del correo electrónico o de la aplicación móvil a los usuarios que lleven un año sin ver nada en Netflix, así como a aquellos que hayan dejado de usar la plataforma por más de dos años.

Se trata de cuentas inactivas -menos de la mitad de un 1 por ciento del conjunto de miembros, según la compañía-, que se contabilizan en los datos financieros de la empresa. Por ello, desde Netflix han anunciado que eliminarán aquellas cuentas de usuarios que no quieran seguir siendo miembros de la plataforma.

La empresa recordó en un comunicado que cualquier usuario registrado puede cancelar su cuenta en cualquier momento, y si en un plazo de diez meses vuelve a activarla, mantendrá su perfil y preferencias de visualización.

El servicio de streaming aumenta pese a la recesión por la pandemia
Hay un dato que contrasta con los números dramáticos de mora en el pago de servicios públicos como la electricidad: pese a la caída de ingresos que impuso la cuarentena, prácticamente no se verificaron bajas en los servicios de streaming de video y de audio.

Esos rubros ya no sólo confirman su estatus de estrellas de la pandemia sino que, para el mercado argentino, empezaron a dejar atrás su aureola de productos de lujo para pasar a ser percibidos como servicios esenciales.

La situación llevó a los veteranos del mercado de las telecomunicaciones a recordar lo ocurrido con la TV cable y la banda ancha de internet, que tras el colapso económico de 2002 eran rubros que seguían creciendo.

Ahora, con aumentos del tráfico de internet que rondan entre el 30% y el 50% según los operadores y las zonas, los servicios de video como Netflix, Amazon Prime Video, Flow, Movistar Play, y los de audio, como Spotify o Deezer se convirtieron en aliados indiscutibles de los ciudadanos obligados a mantenerse en aislamiento social preventivo y obligatorio.

Incorporados en plataformas de televisión paga o en combos de servicios múltiples de parte de las operadoras de telecomunicaciones, pareciera que ningún suscriptor duda de continuar adherido a estos servicios: porque ya forman parte de un nuevo comportamiento de consumo que, en este escenario mundial, se consolida, y porque si se lo contrata de manera individual su costo no hace la diferencia en la economía de un hogar medio argentino. Resultan más baratos que un delivery de comida en pleno confinamiento.

Y en tiempos donde los proveedores de estos servicios tienen prohibido cortarlos a aquellos clientes que no paguen tres facturas de manera consecutiva o alternada, las apps ya incorporadas en las propuestas múltiples gozan de una certeza adicional: continuarán facturando.

DIB