¿DE QUIÉN ES LO QUE ES DE TODOS? 

Por Eduardo Rivas – Esta pregunta, que parece de fácil respuesta, es más compleja de lo que parece, ya que trae aparejada la cuestión de quién cuida lo de todos, quien es responsable de lo de todos, y hay ejemplos que son de sencilla resolución… pero otros no, o para decirlo de manera más objetiva, hay quienes se encargan que no sea tan simple de resolver.

Está claro que una plaza es de todos y que todos debemos cuidarla para mantenerla en condiciones para el uso y el disfrute de toda la ciudadanía, pero ¿Qué ocurre con aquellos ejemplos que no son tan claros?

¿Qué ocurre con las veredas? (https://principedelmanicomio.wordpress.com/2017/01/27/las-vereditas-de-zarate-tienen-ese-no-se-que/) La responsabilidad es de los titulares del frente que recorre dicha acera, pero muchas veces los propietarios no se ocupan de ello… y el Municipio tampoco. Porque el municipio tiene la responsabilidad de que las veredas se encuentren en buenas condiciones de transitabilidad.

¿Qué ocurre con las calles? (https://principedelmanicomio.wordpress.com/2020/11/01/perdido-como-nunez-en-la-pandemia/) Sucias y rotas, no hay un programa municipal para que todos podamos gozar de lo que es de todos.
Estos ejemplos son claros, pero ¿Qué ocurre con aquellos bienes que la ciudadanía pone bajo responsabilidad de quienes ocupan cargos públicos? Tiempo atrás contamos el caso de Rosana Núñez (https://principedelmanicomio.wordpress.com/2020/05/06/lo-mio-es-mio-y-lo-de-todos-tambien/).

Ayer el de Darío Raffo (https://principedelmanicomio.wordpress.com/2020/12/10/lo-mio-es-mio-y-lo-de-todos-tambien-una-vez-mas/). ¿Cuántos otros ejemplos como estos hay sin que los tengamos identificados?

Pero quizás el ejemplo más palmario es la cuestión de las infracciones de tránsito cometidas en la utilización de vehículos municipales.

Los vehículos propiedad del Municipio (no como aquellos Toyota que utilizan funcionarios y empleados del Municipio pero que no son propiedad de la Municipalidad de Zárate (https://principedelmanicomio.wordpress.com/2020/10/22/amiguinos-si-pero-a-vaquina-polo-que-vale-amiguitos-si-pero-la-vaquita-por-lo-que-vale/)) deben al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires () la friolera de 71 multas por $238.610,00… y al gobierno de la Provincia de Buenos Aires 95 infracciones por $859.475,07. ¿Quién es el responsable? Obviamente el responsable máximo del gobierno municipal, atento a que no se observa medida alguna en dirección a corregir esta problemática.

Sabemos quién las paga, todos y cada uno de los contribuyentes, puesto que tanto en el Presupuesto como en la Rendición de Cuentas aparece un ítem de pago de multas e infracciones.

¿Por qué los vecinos tienen que hacerse cargo de lo que el Municipio, y quienes lo ocupan temporalmente hacen mal?

Muchas de esas infracciones son fuera del territorio de Zárate, y muchas en días no hábiles… ¿Para qué se utilizan los vehículos oficiales fuera de los horarios laborales?

Sabemos para qué lo usaba Rosana Núñez, por ejemplo para mandar a buscar a su hija al aeropuerto de Ezeiza. Sabemos para qué lo usaba Darío Raffo, para pasear en un fin de semana largo. No sabemos nada del resto de usuarios.

También sabemos que Zárate no cuenta con móviles suficientes para cuidar correctamente a los vecinos, algunos duermen su ocaso en el predio de España y Perú sin que nadie explique el por qué, y mucho menos, qué se piensa hacer con ellos.

¿Quién cuida entonces lo que es de todos? ¿Quiénes controlan cómo se usan los bienes municipales?

Un pensamiento generalizado es que cuando todos somos responsables, nadie es responsable de nada. No lo comparto.

De una u otra manera todos somos responsables de lo que es de todos, en diferentes grados, pero todos tenemos nuestra cuota parte.

Algunos (los funcionarios que usufructúan bienes públicos) para hacer lo que se debe, otros (los concejales) para hacer que los funcionarios cumplan su deber, el resto (la ciudadanía) para exigir que se haga lo que se tiene que hacer.

Vemos que sin participación ciudadana el gobierno municipal es un ‘Viva la Pepa’. Y la ciudadanía toda paga la fiesta de algunos.