Por Claudio Valerio – ¿Por qué no estamos listos para servir a tal o cual? ¿Cuál es la dificultad? ¿Qué es lo que nos lo impide? Es posible que tengamos docenas de razones para mostrar por qué no estamos involucrados en una obra o tarea. Podemos mencionar la falta de tiempo, la falta de dinero, las tareas del hogar, el cuidado de los niños, el desacuerdo de los métodos de los que lideran a la misma, etc.
En realidad, lo que nos falta es el amor. Lo que nos impide es la total indiferencia hacia el sacrificio. Solo un poco de amor y todas esas excusas desaparecerán. Y no hay nada más satisfactorio, que llene de alegría a nuestro corazón, que decir: “Cuenta conmigo”.
Podremos así llegar a la conclusión de que nuestras justificaciones fueron solo excusas para encubrir nuestra falta de amor. Podemos presentar todas nuestras dificultades las que, con amor, pueden ser superadas. La buena voluntad y amor nos guiará a encontrar soluciones y acuerdos… El amor lo supera todo, incluso el riesgo de perder la felicidad tan esperada.