El Obispo Pedro Laxague y Obispo Auxiliar Justo Rodríguez Gallego -ambos de la Diócesis de Zárate-Campana-, han adherido junto a otros Obispos bonaerenses a la carta del Arzobispo de la Plata Victor Manuel Fernandez, quien manifiesta y fundamenta antes las autoridades provinciales su disconformidad por las medidas de restricción en los actos de culto.

El mencionado comunicado de los Obispos del Conurbano bonaerense con fecha de 7 mayo 2021 que ha llegado a la mesa de trabajo de multimedios EL DEBATE, expresa en sus consideraciones  “Los Obispos del Conurbano Bonaerense adherimos a la carta enviada por el Arzobispo de La Plata, capital de la provincia, a las autoridades del Gobierno Provincial y al Gobernador Lic. Axel Kicillof”.

Y amplían “Entendemos y acompañamos la situación sanitaria, igualmente pedimos poder rever la desproporcionada medida de poder contar tan solo con 10 personas al aire libre para la Celebración del Culto”.

“Así mismo -expresan los monseñores-, solicitamos de manera formal dialogar para discernir una mayor apertura en las celebraciones en este tiempo de tanta necesidad, no solo de la salud física, sino también espiritual de nuestro pueblo bonaerense”.

Firman el petitorio los siguientes obispos: Eduardo García, Obispo de San Justo; Jorge Vázquez, Obispo de Morón; Jorge Torres Carbonell, Obispo de Gregorio de Laferrere; Martín Fassi, Obispo de San Martín; Santiago Olivera, Obispo Castrense; Damián Nannini, Obispo de San Miguel; Fernando Maletti, Obispo de Merlo-Moreno; Oscar Miñarro, Obispo Auxiliar de Merlo-Moreno; Jorge Lugones, Obispo de Lomas de Zamora; Ignacio Medina, Obispo Auxiliar de Lomas de Zamora; Carlos Tissera, Obispo de Quilmes; Marcelo Magni, Obispo Auxiliar de Quilmes; Oscar Ojea, Obispo de San Isidro; Guillermo Caride, Obispo Auxiliar de San isidro; Raúl Pizarro, Obispo Auxiliar de San Isidro; Rubén Oscar López, Administrador Diocesano de Avellaneda-Lanús y los obispos de nuestra diócesis, Pedro Laxague, Obispo de Zárate-Campana y Justo Rodríguez Gallego, Obispo Auxiliar de Zarate-Campana.

Carta del Arzobispo de La Plata

  • Días atrás, me dirigí a la Jefatura de Gabinete de la provincia de Buenos Aires para manifestar mi perplejidad por la reducción a un máximo de 10 personas para los actos de culto al aire libre.
El arzobispo de La Plata, junto a Francisco.
  • Le transmití que hasta ahora, siempre hemos hecho enormes esfuerzos para acatar y explicar las medidas sanitarias. Yo mismo hice una carta fundamentando las atribuciones de las autoridades aun cuando se trata de actos de culto, pero esto supone que se trate de medidas racionales. Tensar tanto la cuerda no nos ayuda. Basados en la actividad permitida 104, del decreto nacional, ya estábamos celebrando las Misas al aire libre con 20 personas, y así lo estábamos haciendo, con distancias de más de dos metros entre personas o burbujas. Para hacerlo, los sacerdotes han celebrado muchas Misas en distintos horarios de manera que pudiéramos cubrir mínimamente la demanda, al menos de las personas que más lo requieren.
  • Reducir ahora ese número para la fase 2 y aun para la 3, a sólo 10 personas, nos parece a todos muy abusivo y completamente desproporcionado. Y esto se plantea no desde el punto de vista de la fe, sino desde la misma evidencia racional. Nos parece extraño que se considere un culto religioso más peligroso que una actividad deportiva. No pedimos que se consideren los actos del culto desde el punto de vista de la fe. Pero con una mirada meramente humana se advierte que 20 o 30 personas a dos metros de distancia en una Misa al aire libre no tienen riesgo de contagio.
  • Se ignora un hecho constatable: la Misa es un acto muy estático. La gente no se mueve, no hablan entre sí, no se tocan, no hay interacción. La única interacción que existía era el saludo de la paz que se ha quitado. En un partido de fútbol, en cambio, hay contacto, cercanía interpersonal, se tocan, se gritan, se respiran encima, y los riesgos son claramente diferentes.
  • Aun los grupos de personas que se juntan a merendar en una plaza, tienen mucho mayor contacto que en una Misa. De hecho, en algunos de los decretos emanados hasta ahora se insinuaba una distinción, pero en estas últimas medidas ha desaparecido y no vemos que esto sea razonable.
  • Si se quiere obrar de manera realmente razonable y científica, entonces lo racional sería distinguir los actos de culto de otros tipos de reuniones, y habilitar un número mayor de personas que haga que la norma sea realmente practicable.