VOS POR MI Y YO POR VOS…

Por Daniel Armando Vogel: Domingo ventoso en la ciudad de Zárate, toda la noche nos azotó un fuerte viento, desde el sábado que, en algunos lugares del país con niveles de ciclón hizo mucho daño.

Parece que quiso hacerse sentir desde este sábado dónde se inició nuevamente el estricto confinamiento en Argentina. Nueva instancia que nos pone ante un “nuevo ciclón a la civilidad y a la sociedad”. Encerrados, otra vez.

Hoy quiero al empezar la columna, reconocer el dolor que provocan las muchas pérdidas en muchas familias, por la pandemia. Y, detenerme especialmente en el dolor de haber perdido ayer a un hijo y hombre de Zárate vinculado y apasionado con la radiofonía.

Se fue Mario Burgueño.

Un pedazo de radio. Un ser de la comunicación, un gran hombre.

Nuestro reconocimiento a su apasionada labor para comunicar, y para que la radio sea un buen canal para difundir y entretener. En estos momentos donde ocupaba el cargo de subgerente gerente operativo de Radio Nacional (AM 870) pero basta y fructífera fue su labor y visión de las ultimas de lo que era y como se hacía radio.

A su familia, su esposa e hijos, a sus colegas, a sus amigos, nuestro saludo y deseos de resignación.

Ahora mientras en estos y muchísimos otros casos que vemos que el Covid-19 es letal, algo sobre lo que nos vuelve desde las cero horas del sábado 22 de mayo.

Es cierto que no tuvimos la vacunación necesaria y es cierto que los ejemplos desde la más alta cúpula del poder fueron contradictorios a lo que se le pedía a la gente. Los ejemplos no son buenos, las acciones del Gobierno, tampoco.

Pero, reconozcamos, también es cierto que muchos son displicentes o indiferentes, para con la seriedad, ferocidad y poder que este virus que hace casi un año y medio azota a la humanidad.

¿Porque lo decimos así? Por lo que vemos todos. Por lo que se observa en quiénes lo desconocen o niegan todo tipo de respeto -no miedo- que se le debe tener al coronavirus.

Demostrado es, cuando no usan barbijo, cuando no respetan el distanciamiento, cuando se sale sin imperiosa necesidad, cuando se realiza un encuentro sin tomar las medidas precautorias necesarias, ya sea para una fiesta o para un duelo.

Así pues, aunque no nos guste, es necesario que nuevamente por esos que no se cuidan, tengamos que estar guardados para cuidarnos y cuidar a los demás.

Debemos comprender que ésta es una cuestión solidaria como pocas veces ha vivido la humanidad. Si querés que te cuide, me tenés que cuidar. Y, te tenés que cuidar.

Es muy entendible la situación económica, muy entendible y hasta es una cuestión de humanidad, la necesidad de millones de hacer la diaria para tener el alimento en la mesa familiar…

Ahí sí debe aparecer el Estado con todo su armamento para atender a los que más lo necesitan realmente y también, despertar más la solidaridad de aquellos que pueden o podemos, tender una mano en este momento tan particular

Que sea corta y efectiva. Cortita y efectiva, muy efectiva la caída de casos en Argentina, ya que si sostenemos estos niveles de contagio, pronto no tendremos ni médicos ni enfermeras para que nos puedan atender. Amén de que las camas de UTI y los respiradores, ya se habrán acabado mucho tiempo antes.

Esperamos que, en este domingo sin fútbol, sin reuniones sociales ni oficios religiosos, podamos tener la esperanza y convicción de que, si nos esforzamos todos, pero todos de verdad, lograremos controlar esta pandemia que vino para quedarse mucho tiempo y lastimar a muchos.

Que lleguen las vacunas, que lleguen las decisiones políticas de atención hacia quien realmente está necesitando ayuda, pero que también llegué una verdadera conciencia de que, si no nos cuidamos, nadie, ni el Presidente ni el Papa, podrá defendernos a la hora de caer en manos del letal Covid-19.

Será cuestión de cuidarse o padecer.

UD. elige por mí, yo lo haré por ti.

AL QUÉ LE QUEPA EL SAYO…