La conclusión fue realizada por especialistas de la Universidad de San Diego, quienes realizaron un trabajo de investigación cuyo desenlace fue que el uso de teléfonos inteligentes aumentan la depresión y el número de suicidios.
Especialistas de la Universidad de San Diego llegaron a una contundente conclusión ante el elevado número de smartphones per cápita entre el segmento joven: afectaron la salud mental de la denominada “Generación iGen”.
En una investigación realizada por Jean M. Twenge, Thomas Joiner y Megan Rogers y publicada en la revista Psychologal Science, los autores afirman que el uso de teléfonos inteligentes elevó un 71% la incidencia de suicidio en gente con depresión dentro del universo observado.
“Todos los signos apuntan a la pantalla”, describen los especialistas en el análisis realizado en el cierre del trabajo.
Entre los justificativos para argumentar sus dichos manifiestan que comprobaron que los adolescentes que pasaron más de cinco horas diarias en línea vía smartphone tuvieron más problemas de salud mental. En concreto, el 71% tuvo más probabilidades de pensar en suicidarse que aquellos que sólo pasaron una hora al día pegados al teléfono.
Además agregaron que se produce un círculo vicioso: pasar tiempo en línea causa depresión y la depresión lleve a estar más tiempo en línea.