Por Daniel Armando Vogel – Hola, buen domingo para todos. Ya en la segunda quincena del segundo mes del año, cerca de las aulas, hoy nos tendremos que referir nuevamente a otra seria tormenta en la ciudad: la del pasado viernes por la tarde. Dos tormentas en poco más de un año de diferencia que casi Zárate no tiene memoria de que hayan ocurrido antes.
Si bien no fue igual de violenta a la del 17 de diciembre de 2023, se hizo notar en el Día de los Enamorados, con una precipitación de 100 milímetros caída en menos de media hora. Séria situación climatológica para cualquier localidad, inédita situación a la que la naturaleza está diciendo claramente con agua, en este caso, basta de abusar de mí.
Mientras lo hace en otros lados con brutales sequías e incendios de bosques y campos, ahora avanza también, en esa bronca que tiene por tanto daño que le hemos causado, sobre las viviendas y personas.
La infraestructura de cualquier ciudad ante tan repentinos cambios es superada, en Zárate, en la Patagonia, Europa o en los Estados Unidos. Lamentablemente, las alertas que en los años 80 y 90 empezaron a prenderse respecto al cambio climático, fueron desoídas, tanto en dejar de contaminar como en preparar las ciudades del planeta para lo que se venía.
En fin, el hombre mismo es el único responsable. Sean funcionarios o simples ciudadanos, todavía se sigue tirando la basura en cualquier lugar, se derrocha agua, y larga sería la lista de la desidia de quienes creen que son dueños de decidir contaminar, tanto empresas como individuos, el Estado y privados, por igual.
Hoy quiero compartirles el escrito de una concejal local que ensayó en su red de Facebook un texto, muy bien redactado, también por su condición de docente. Dijo hoy Marisa de Silva (textual) bajo el título “El día después te deja enseñanzas…”:
Te inundaste durante casi 70 años, con agua del río, de lluvia, de desbordes de esclusas fabriles, a los que, en los últimos tiempos, se suman aguas servidas de cloacas que se multiplicaron en uso en un 1700% por falta de planificación y obras deficientes con fines electorales.
Nada mejoró. Todo empeoró, por décadas infinitas. Por ende, te seguirás inundando.
El vecino limpio y respetuoso seguirá cuidando su vivienda, no tirando basura en desagües, manteniendo libre y pulcro su frente, depositando sus residuos en bolsas, en su cesto, y no los arrojará en baldíos, cunetas ni bocas de tormenta.
El mugriento, desaprensivo, irrespetuoso, carente de civismo, no lo hará nunca.
Aunque siempre estará dispuesto a la queja. Y será el primero en mutar el “solicitar” en “exigir”.
Funcionarios y dirigentes deberán, una vez más, poner el ojo en lo que hay que mejorar, privilegiar, analizar, discutir, profundizar, sostener, encarar. Aceitar los engranajes de lo que funciona, observar y modificar lo que no tanto y desechar lo que resulta perjudicial o innecesario, con paso firme y convicciones atadas a la ética y la eficiencia.
Resulta increíble y cándido creer que a los que todo les importó nada, ahora les importe todo.
Magia del paso del tiempo y como toda magia, sólo ilusión.
Concluir que no hay peor ciego que el que no quiere ver, ni peor sordo que el que no quiere oír, pero mucho peor es el fanático imbécil y retrógrado que se regocija con la desgracia ajena.
Comprobar que los infortunios atraen a los de siempre, caranchos bien predispuestos atraídos por las miserias, que repiten como loros borrachos mensajes desbordantes de intencionalidad maliciosa, sin rubor, sin pudor. mucho más… sin memoria ni vergüenza.
El día después nos deja estas y otras enseñanzas… Está en cada uno aprenderlas. (SIC) de Marisa.
Para pensar las palabras de Marisa de Silva. Ojalá podamos aprender.
Nos despedimos esperando que el mal momento de esta nueva alerta climatológica para Zárate nos enseñe a todos lo que nos quiere decir, mientras en otras ciudades como Baradero, lindera al norte, no cayó ni una sola gota (solo 2 milímetros) ni viernes ni sábado.
Que tengamos un buen domingo.
AL QUE LE QUEPA EL SAYO…











